Correa, Moreno y los piratas del siglo 21

Periódico Opción
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Por Mariano Santos N

En pleno siglo XXI estamos regresando a la época de la colonia, cuando barcos de la época eran abordados por piratas para apropiarse de los tesoros robados en nuestra América. La diferencia con el actual siglo XXI, es que estos piratas roban no sólo en el mar sino también en tierra. Así, los gringos les robaron a los venezolanos su empresa petrolera instalada en los propios Estados Unidos, CITGO y todas sus estaciones de combustibles; a la misma Venezuela los ingleses, a través del banco de Inglaterra, le acaban de robar su oro, valorado en más de $1.300 millones, incluso mediante una acción dizque Judicial.

Donald Trump, en este siglo XXI ha dado una nueva dimensión al concepto de pirata, pues no contento con chantajear al mundo, someter a bloqueo a las naciones a las cuales desprecia, robar sus fondos invertidos en bancos extranjeros, entregar empresas para el usufructo de camarillas políticas implicadas en procesos de desestabilización, también incursiona en el robo de verdaderos tesoros en época de Covid 19: ventiladores mecánicos, kits de detección del virus Covid 19, guantes quirúrgicos, mascarillas y todo aquello que pueda ser usurpado, ya sea en aeropuertos extranjeros o haciendo uso de las leyes filibusteras, que suele aplicar; utiliza también su moneda, el dólar, que es todavía la divisa hegemónica a nivel mundial, utiliza igualmente el sistema Swift, sistema de pagos que igualmente monopoliza, aprovechando para todo esto, su poderío económico y militar.

Estas acciones las ha emprendido incluso con países amigos, aprovechándose de una forma por demás miserable de la pandemia del Covid 19  a quienes ha incautado despachos ya pagados y que en el aeropuerto ha significado subir la oferta hasta en tres veces a lo que ya se había pagado para cambiar la dirección de destino.

En esos términos fue denunciado por el gobierno alemán, quien señaló al gobierno estadounidense como un verdadero “pirata moderno” usando métodos propios, no sólo de aquellos personajes que actuaban en el mar, sino de aquellos pistoleros del salvaje oeste.

El senador de la ciudad de Berlín, Andreas Geisel inculpó al gobierno estadounidense, que desvió 200 mil máscaras de protección contra la COVID-19 que iban destinadas a la policía de Berlín, acción efectuada en la ciudad de Bangkok “Tal y como están las cosas, asumimos que esto está relacionado con la prohibición del Gobierno de Estados Unidos de exportar máscaras. Consideramos que esto es un acto de piratería moderna” declaró Geisel.

A principios del mes de abril del 2020, la compañía estadounidense 3M dio a conocer que el presidente Trump solicitó a esta multinacional que dejara de exportar, tanto a Canadá como a Latinoamérica, sí, Latinoamérica, mascarillas o respiradores N95, altamente demandados en medio de la pandemia de la COVID-19.

Francia, por su parte censuró la conducta de intermediarios estadounidenses, que pagaron hasta tres veces el valor de una carga, a punto de ser embarcada en un avión destinado al país europeo. Renaud Muselier, gobernador de la región sudeste de Provenza-Alpes-Costa Azul en Francia, sostuvo que en un momento en que el país europeo enfrenta una crisis por la escasez de equipo médico, Estados Unidos compró un avión cargado de mascarillas producidas en China que estaba a punto de partir hacia Francia.

Pero, la piratería proviene no solamente de occidente sino también de oriente. Así, en estos últimos días la prensa nacional revela que existen más de 260 buques de una flota pesquera china en las cercanías de nuestras islas Galápagos, ¿qué hacen por acá?, Pues simple y llanamente, están dedicados a faenas de pesca en áreas que hasta hace unos pocos años eran del Ecuador y hoy son aguas internacionales, es decir, vienen a PIRATEAR en aguas que antes eran ECUATORIANAS y donde existe una riqueza ictiológica importantísima, a más de la riqueza biológica en general y no se diga la de recursos naturales minerales.

Pero, no debe descartarse en lo absoluto, la posible presencia también de buques pesqueros norteamericanos o japoneses, pues haciendo memoria, en los años 60 y 70 del siglo anterior nuestro país tuvo conflictos con flotas pesqueras norteamericana que se metían en nuestro mar territorial de las 200 millas de entonces y hubo hasta incautaciones de esos buques.

La confrontación adquirió elevados niveles y de conformidad al derecho internacional, Estados Unidos, fue obligado a reconocer la soberanía territorial marítima ecuatoriana de 200 millas, ratificada por el Tratado del Pacífico y a pagar las indemnizaciones de rigor para liberar a sus buques, detenidos pescando ilegalmente en mares legalmente ecuatorianos.

Como estamos en presencia de una prensa nacional, la gran prensa, principalmente comercial y corrupta, proyanki, no es nada raro que nos estén escondiendo esta información de la presencia de flotas gringas.

Al reducirse nuestro mar territorial a solamente 12 millas, nuestro país perdió una superficie que superaría el millón de kilómetros cuadrados, es decir cuatro veces la superficie terrestre que tiene el Ecuador en la actualidad. Sin embargo, hay una diferencia enorme entre los piratas occidentales y los orientales: los primeros actúan abiertamente como unos verdaderos gánsteres, como los pistoleros del salvaje oeste gringo, mientras los segundos, lo hacen de una forma solapada, utilizan a unos cipayos o lacayos de los países dependientes, que les ponen una mesa bien servida…

En efecto, unos cipayos ECUATORIANOS se encargaron de reducir nuestro territorio desde las 200 millas que teníamos hasta el año 2012 hasta las 12 millas que tenemos actualmente en una decisión totalmente fuera de la ley, inconstitucional, pues nuestra carta magna señala muy claramente en su art. cuatro que nuestro territorio es irreductible: “El territorio del Ecuador es inalienable, irreductible e inviolable. Nadie atentará contra la unidad territorial ni fomentará la secesión”. Hasta antes de ese fatídico año (2012), nuestro país tenía mar territorial de 200 millas, precisamente para preservar toda esa riqueza gigante que existe en esas zonas.

El 18 de agosto de 1952, el Ecuador junto a Chile y Perú suscribió el tratado o acuerdo del Pacífico que estableció la soberanía territorial marítima de 200 millas. Fue ratificado por los

poderes legislativos, expedido como ley de la república por los presidentes de los tres países; sus normas fueron incluidas en el Código Civil. Inscrito en las Naciones Unidas para el conocimiento e impugnación de las naciones de todo el mundo y adquirió calidad de ley internacional después de esperar 10 años sin que se presente impugnación alguna, de conformidad a los protocolos internacionales.

El 22 de mayo del 2012 y, luego de un acalorado debate en donde los que votaron en contra acusaron al resto de TRAIDORES y VENDEPATRIAS, con 81 votos a favor de 102 asambleístas  presentes (eran 124) se aprobó la adhesión de Ecuador a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar). En contra hubo nueve votos, del MPD- Pachakutik.

Además, se registraron 12 abstenciones de Sociedad Patriótica (salvo de Fausto Cobo, exmilitar que votó a favor). Los roldosistas (que se lavaron las manos) no estuvieron durante la votación.

Uno de los legisladores que votó en contra, en su discurso, dijo que «no podía haber unanimidad en este tema cuando hay traición a la Patria. Los dueños de la Convemar son los empresarios atuneros, de sardineras, los dueños de los barcos… De 200 millas nos quedamos con 12».

En realidad, la Convemar no es sino un instrumento de sometimiento, de dominación imperialista hacia los países dependientes para saquear a su antojo las riquezas naturales. Muchos científicos aseguran que más del 75% de los espacios marinos no son todavía conocidos por el hombre.

El Ecuador cumplió el último paso constitucional para ser miembro pleno de la Convemar cuando Rafael Correa suscribió el Decreto Ejecutivo 1238, en agosto del 2012 en el que ratificó la incorporación del país a ese convenio. La firma de la ratificación se dio luego de que la Corte Constitucional diera previamente su visto bueno para que el país sea parte de ese instrumento de dominación.

A partir de la adhesión, Ecuador se regirá a los parámetros establecidos por la Convemar. Entre ellos, que el mar territorial tendrá una extensión de 12 millas. Y que, adicionalmente, el Ecuador tendrá 188 millas de zona económica exclusiva, donde solo el Estado podrá explotar la riqueza ictiológica que allí se encuentra. Pero, esto último resultó ser ¡MENTIRA! ¡DE FALSEDAD ABSOLUTA!, pues los chinos pescan precisamente en esa «zona económica exclusiva» y, muy probablemente los mismos gringos y japoneses. ¿Cuánto pierde el Ecuador?: Solamente en Pesca, es decir sin contar los recursos minerales, otros biológicos desconocidos, serían ¡miles de millones de dólares!, Es decir, que la pérdida es de soberanía, de territorio y económica.

Ya ahora, en tiempos de pandemia, en tiempos de Lenin Moreno, el sucesor, La Asamblea Nacional de Ecuador acaba de dar la puntada final, al aprobar la Ley de Acuicultura y Pesca  el martes 14 de abril de 2020, en una reunión virtual, en donde se ratifica que las 188 millas que aparentemente eran de exclusividad económica para el Ecuador , no es real, sino que queda abierto para la explotación pesquera, Biológica o quien sabe qué, etcétera de las grandes flotas pesqueras o de otra índole, decisión en la que el SUCESOR de Correa, L. Moreno CULMINA la “obra maestra” del despojo nacional…

Ese despojo o ¿ROBO?, queda “legalizado” en el art. 7, numeral 39 que aprobaron esos ¿ecuatorianos?, Que textualmente señala: 39. “Mar territorial. Espacio marítimo, doce millas náuticas, medidas desde las líneas de base, en las que el estado ribereño ejerce soberanía con arreglo a las disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del Mar”. 

Esta asamblea es la misma del 2012, aunque con ciertos nombres diferentes, pero los mismos partidos de la burguesía ecuatoriana: SOCIALCRISTIANO, creo, Alianza País (morenistas y correistas) etcétera etcétera es la misma asamblea de los diezmos, de los repartos, de los discapacitados, de las mentiras y engaños etcétera etcétera, una Asamblea en descomposición de la derecha política y económica entonces, ¿cómo así estos y otros falsos patriotas, que no son otra cosa que traidores a la patria se “quejan” de que hay centenares de buques chinos y quien sabe de qué otra nacionalidad como norteamericanos y japoneses, verdaderas fábricas flotantes, no afuera de las 200 millas, sino al interior de esta, y, a solamente doce millas de nuestras islas? Cuando son ellos mismos los que entregaron 180 y ocho millas al gran capital extranjero, a las grandes multinacionales para  el saqueo del Ecuador. Esas 188 millas de mar territorial obsequiados, equivalen a una superficie equivalente a cuatro veces la superficie continental del Ecuador, si, ECUATORIANOS, a cuatro veces la superficie del Ecuador que ha sido aprobado y ratificado por esos malos ecuatorianos. Para terminar y como anécdota vale decir que las cosas hechas con perversidad, casi siempre son mal hechas; así, toda esa gente o gentuza, se olvidó de cambiar el artículo 628 del Código Civil que establece (hasta ahora en julio 2020) que el mar territorial tiene 200 millas y que Ecuador ejerce dominio sobre ellas.

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