Las connotaciones de la crisis municipal en Quito

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La cotidianidad quiteña se ha convertido en un vaivén de noticias acerca del Municipio de la ciudad, que de una u otra manera sigue dando de qué hablar; si no es por el tema presupuestario (que para este año tuvo una reducción considerable), es por el mal estado de las calles, o por la “bonita” solución al tema de la recolección de basura o lo más reciente: la fuerte corrupción para la legalización de algunos transportes, especialmente los taxis.

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Es así que salieron de la municipalidad escoltados por la policía  los concejales Eddy Sánchez y Sergio Garnica que pertenecían  a la comisión de movilidad, junto a otros seis funcionarios, luego de que la fiscalía de Pichincha habría empezado en marzo una investigación por asociación ilícita tras recibir varias  denuncias. «Existen víctimas, que son los choferes de la provincia de Pichincha a fin de que les resuelvan las necesidades debían dar a cambio un pago, estamos hablando de un movimiento de unos USD$80 millones, me atrevería a decir, si es que logramos obtener todo esto; tenemos que poner un freno directo a este tipo de actos delictivos», declaró en rueda de prensa Fabián Salazar, fiscal provincial.

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Por su parte, el alcalde Mauricio Rodas manifestó no haberlo sabido, sin embargo esto no lo deja exento de responsabilidad. “El Art 243 de la Constitución habla de las responsabilidades de los funcionarios públicos, en lo que respecta a sus acciones y omisiones, de manera que en el caso del alcalde de Quito éste una directa responsabilidad de carácter político ya que es quien designa a las autoridades, a los funcionarios municipales con cargos directivos: gerentes, directores, que son personas de su confianza que coinciden y están comprometidos con su  proyecto político para la ciudad, entonces ese cuento chino de que él no sabe nada nadie le cree”, sostiene Natasha Rojas, dirigente y experta en temas de la ciudad.

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Son aspectos que denotan una grave crisis institucional no sólo de carácter económico y político, sino básicamente ético, que afecta a toda la urbe, pues los encargados de cuidar la ciudad han sido los que han causado parte de su afectación ya que según las investigaciones el monto de dinero recaudado por dichas extorsiones asciende a 80 millones de dólares, cantidad que supera el presupuesto anual de las administraciones zonales, que bordea los 65 millones cada una.

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Estos hechos que sin duda dejan un sabor amargo en los capitalinos y lamentablemente salpican a las personas que han asumido un verdadero compromiso  con la ciudad. “También es necesario señalar que el 99% de funcionarios  municipales y trabajadores son honestos, trabajan todos los días por mejorar las condiciones de vida de nuestra ciudad,  como por ejemplo los trabajadores de EMASEO o de Obras Públicas. Son unos pocos los que se han aprovechado de su condición de funcionarios públicos para cometer esos hechos de corrupción” señala Rojas y acota que todo ese sinnúmero de problemas revela que algunos han convertido al Municipio en un botín político.

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El Gran Acuerdo por Quito

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Ante todo lo acontecido en la entidad encargada del bienestar de la ciudad, Natasha Rojas señala que diferentes sectores sociales han planteado como alternativa una propuesta llamada “El gran acuerdo por Quito”, la cual establece los siguientes ejes:

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  1. Recuperar el liderazgo de la ciudad.
  2. Recuperar honestidad y transparencia, que permitirán gobernar en mejores condiciones.
  3. Resolver los problemas de movilidad.
  4. Resolver el tema ambiental.
  5. Dar solución al tema de la seguridad.
  6. Resolver el tema productivo y de competitividad.
  7. Abordar el tema de inclusión social.
  8. Obras básicas de infraestructura para los sectores populares. Entre otros aspectos.

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“Quito necesita recuperarse, es fundamental construir un proyecto de ciudad que recupere a esta capital, que defienda los intereses de los barrios, que enfrente los problemas estructurales , económicos, sociales, culturales, administrativos y que adicionalmente enfrente los grandes problemas de cotidianidad que tenemos en Quito, es decir, aquellos aspectos que tienen que ver con la dinámica de la ciudad” afirma Rojas.

 

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