Declaración
Poema escrito por Gustavo Báez Tobar*
A mi esposa, Martha Echeverría Galindo.
Hay soles en tu piel/ y corre por tu sangre, /permanentemente, /como estallido de cariño/la esencia vital de tu ser.
Sabes:
¿Quién puede despojarme/del dominio de tus mares?
Mis mares,/ desde cuando aprendí a amar/el jardín de tu cielo,/
He cultivado con unción/tus níveos nardos/y tu dalia azul.
En la oblación/hemos sido –religiosamente-/océano y playa/lluvia y surco/luna y sol.
Juntos hemos construido dichas/hemos derribado nostalgias.
Tú…lámpara votiva/de luz inextinguible/has llenado mi existencia/con la mejor fortuna: TU AMOR.
Con devoción infinita/pusiste en mis manos/un nido de alondras/-tiernas y adorables-/y en la grandeza de tus trinos/nuevos joyeles hemos cultivado, /apasionadamente…
Tu alma de bondad/cuajada de ilusiones, /llenó tu boca/de la palabra perdón.
¡Calla! ¡No hables!
Con tu silencio, dime:/Cuánto aún me quieres, /con el mío…te diré…/ que seguiré navegando/ en tus linfas claras/ hasta siempre…/más allá de las cenizas/más allá de los siglos.
*Se publicó en el Poemario: Huellas Sonoras. Colección Tahuando, No. 51. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Imbabura. 2007.