Por Marco Villarruel A.
En los ámbitos de la propaganda política se llama así a una oficina donde se centralizan los recursos materiales, humanos y económicos de una campaña determinada. En ella están los estrategas que planifican y comandan las operaciones y el manejo de los medios de comunicación.
Un cuarto de guerra en su sentido literal lo tienen los grandes partidos políticos o las grandes campañas sociales-comunicacionales, que manejan enormes recursos. No es una oficina de resolución de crisis mediáticas o políticas, sino un círculo humano operativo de la mayor confianza, discrecionalidad, y compromiso. Es un espacio donde incluso se tejen las campañas de guerra sucia.
Y todo eso instaló y lo hizo funcionar Rafael Correa a través de su partido Alianza País, lista 35, durante los diez años que duró su mandato, así se deduce de los documentos incautados a Pamela Martínez y Laura Terán, ex funcionarias de alto nivel del régimen anterior.
El Cuarto de Guerra correista fue el instrumento que le permitió armar la más poderosa y efectiva campaña de propaganda política de la historia ecuatoriana, que manejó no menos de trescientos millones de dólares durante los diez años, según las estimaciones de la Contraloría General del Estado.
El aparato estuvo dirigido por los hermanos Alvarado-Espinel, expertos en la comunicación publicitaria y política. Eran (y son) propietarios de empresas publicitarias y de varias estaciones de radio en todo el Ecuador. A lo largo del tiempo tuvo la asesoría del experto estadounidense Ralph Murphine, de los mexicanos José Adolfo Ibinarriaga y Roberto Trad, entre otros. Según Decio Machado, la consultora mexicana Cuarto de Guerra fue la encargada de transformar el perfil marcadamente irascible del mandatario ecuatoriano en una suerte de ¨Pasión por la Patria”.
De allí salieron las sistemáticas campañas mediáticas contra sus rivales. Así como las líneas generales de los discursos sobre temas políticos, como lo de la partidocracia, y particularmente sobre temas internacionales, y de posicionamiento nacional y permanente de la imagen de Correa (siempre estuvo en campaña electoral). Buscaba ubicarse como joven de vestimenta informal, de líder absoluto y de académico notable. El Room of War creó una especie de endiosamiento y culto a la personalidad. Trabajó con éxito en la vieja estrategia hitleriana de la creación de enemigos únicos, y la glorificación de héroes nacionales (Eloy Alfaro) o internacionales.
De sus laboratorios salió el uso del color verde brillante que imitó el éxito semiótico de Movistar y del carácter preventivo utilizado en las campañas de prevención ciudadana.
Para apuntalar su propuesta desde el punto de vista legal trabajaron a fondo la expedición de la ley de Comunicación y entraron con fuerza al mundo de las nuevas tecnologías, para crear una imagen positiva a nivel internacional pero también para perseguir a la oposición, y para ello contrataron empresas como Ares Rights e Iluminati Lab. Fue escandalosa la millonaria contratación de empresas de relaciones públicas extranjeras para limpiar la imagen del presidente y sus colaboradores.
Es aquí donde se urdió la apropiación de los medios de comunicación incautados al grupo Isaías. 26 medios entregados completamente a la causa correista. La mayoría terminaron quebrados, con una abultada pérdida para el Ecuador.
Cómo financiaron estas maravillas?
Las denuncias de los portales La Fuente y Mil Hojas, así como los resultados de las investigaciones de la Fiscalía, han dado a conocer que en la computadora de Laura Terán, ayudante cercana de Pamela Martínez, ex asesora personal de Correa, constan los archivos donde 18 empresas privadas, interesadas en que se les entreguen los contratos para las construcción de carreteras, reparaciones petroleras, escuelas del milenio, depositaron 15 millones en las cuentas de Alianza País, una parte de los cuales fue para la propaganda y las acciones organizativas de AP. Así, financiaron el Cuarto de Guerra para las elecciones seccionales de febrero del 2014. Pagaron también costosos sondeos y estudios de investigación, grupos focales, producción de cuñas de radio y TV, pautaje en televisión, publicidad en vallas, gigantografías, afiches, uniformes, asesoría comunicacional, fotografías publicitarias, eventos, contratación de grupos musicales, grafitis, camisetas, asesorías de publicidad y mercado, convenciones políticas.
Es tan notoria la recolección de fondos provenientes de coimas de empresas privadas que las autoridades judiciales del país han apresado a Pamela Martínez, Laura Terán, Alexis Mera, María de los Ángeles Duarte, en tanto que Vinicio Alvarado fugó a Venezuela. Las investigaciones académicas sobre el Estado de Propaganda creado por el régimen de Correa, y las judiciales sobre la licitud de los fondos y su uso recién ha comenzado por lo que se espera tener en poco tiempo un mapa completo de esta etapa de la historia nacional.