Por Ramiro Vinueza
Emancipate nació como un Festival hace 4 años, con la idea de crear un espacio para la música, la poesía, la danza y otras expresiones de las artes, principalmente de la juventud, es un espacio también para desde la UNAPE rendir homenaje a figuras más connotadas del arte popular y emancipatorio en el Ecuador. En la cuarta edición del Festival realizada hace pocos días en la tradicional Estación del Tren de Chimbacalle, se hizo el reconocimiento al maestro Luis Martínez Martínez, director del Centro Cultural La Matraca, antes Teatro la Matraca, por sus 53 años de trayectoria teatral, por sus aportes al arte popular, por su permanente vínculo con las causas y luchas de los pueblos.
En ediciones anteriores se hizo reconocimientos a los poetas Alfonso Murriagui, (septiembre 2017 último homenaje en vida) a Raúl Arias y a Euler Granda, todos ellos miembros del legendario grupo los Tzántzicos y a Antonio Ordoñez, director de Teatro Ensayo. Todos ellos, cada uno en su momento mostraron la rebeldía, la irreverencia de su arte, la permanente ruptura con lo establecido, la punzante critica a un sistema injusto y corrupto y su amor a la vida y al devenir más justo para los pueblos y la humanidad.
El público, principalmente joven, ha recibido con sorpresa y emoción toda esa descarga de irreverencia hecha arte.
Alex Cadena, coordinador del Festival y directivo de la UNAPE, dice: “partimos de la idea de que la canción social, sus mensajes, su poética, desarrollada por grupos musicales emblemáticos tanto del país y América Latina, en las décadas de los 70 y 80, no extinguió, sino que se modificó en otros ámbitos y géneros musicales”. Además dice que tomaron como referencia el ya histórico Festival Rosa de Agosto, que lleva más de 43 años realizándose en la ciudad de Guayaquil, organizado por varias organizaciones populares y en la que el Frente de Artistas y la UNAPE tienen participación.
En estos cuatro años el festival va consolidándose como un espacio para visibilizar y construir una tendencia de arte popular, donde la juventud expresa su creatividad e interactúa con las figuras emblemáticas del arte rebelde y amancipatorio del país. Esta característica, esta combinación, que puede presentarse como una contradicción entre lo viejo y lo joven, muestra más bien que el anhelo de cambio se reproduce, crece, es una corriente que se expresa en las nuevas generaciones de artistas, en sus composiciones, en su música, en su poética, y demás expresiones, señala Cadena.
Esto ha permitido que cantautores de otros géneros musicales como el hip hop, regué, música protesta y otros artistas, pintores, escultores, artesanos, les guste este espacio y se adhieran a esta propuesta. El festival lo que hace es abrir los brazos a esas manifestaciones antisistema que tiene la juventud y lleva el arte popular, por tanto no es solo un producto cultural per sé que lo hace la UNAPE, sino que tiene una significación, empezando porque lo hacemos cada noviembre, en honor de lucha histórica de los trabajadores realizada el 15 de noviembre de 1922.
Ante la extraordinaria experiencia del levantamiento indígena popular, donde participaron millones de jóvenes del pueblo, donde existieron inéditas formas de lucha, de solidaridad y donde también nacieron o se popularizaron nuevas composiciones musicales, Alex señala, que una característica de los artistas del país es que se identifican con la lucha del pueblo, que rompen con lo establecido, con lo que oprime y cuarta libertades, muchos de ellos han expresado su sentir de diversa forma, con grafitis, canciones, teatro, elaboración de videos, memes y otras manifestaciones que se produjeron en el paro y que se producirán luego.
Es evidente que el levantamiento marcó una forma de ver y sentir hacia dónde ir. El arte es un arcoíris grande, donde se van pintando los colores de nuestra tierra, de nuestras gentes, de nuestra amazonia, de nuestras luchas y nuestros anhelos, en ese arcoíris está pintada la lucha de clases que vivió el país. El artista proyectará con su imaginación ese nuevo amanecer, en sus canciones, en su poesía, seguramente florecerán los cantos a la soberanía, a la resistencia, a la lucha, de acuerdo a los momentos que toque vivir. Eso trae también el hecho de que debemos ir soldando una corriente artística emancipadora que vaya a la par con los anhelos de cambio del pueblo ecuatoriano.
Alex Cadena
Es miembro de la UNAPE, gestor cultural, poeta, teatrero, ex alumno de Luis Martínez, actualmente es el coordinador del Festival Emanciparte, pero además ha participado como gestor y coordinador por 8 años del Festival del Sur.
Lo que mejor hace y le pone mayor esfuerzo es la poesía y el teatro dice Alex, “mis 25 horas del día están dedicadas a organizar y hacer escritura literatura, a soñar en la revolución”, pero lo que más disfruta es la gestión cultural, porque puede ver a laS nuevas generaciones que buscan un espacio y se puede hacer algo más por ellas.
Alex Cadena, tiene decenas de poemas escritos inéditos, son varios libros dice. Ahora trabaja una novela que rompe con lo que llama el boom literario, trata de trastocar lo establecido por el realismo mágico, sobre el que tiene varias hipótesis. La novela se llama Boulevar, en su argumento se propone animar a soñar y revolucionar todo, a irrumpir con todo, dice que le tomará algún tiempo más terminarla.
En el teatro, los múltiples cursos recibidos de Luis Martínez, de Adriana Oña, marcaron su vida, siente admiración por los teatreros de Quito, por don Carlos Michelena, y otros que han puesto en alto el Teatro Popular, pero también tiene la influencia del Teatro del Oprimido de Augusto Boal, del Teatro Ensamble de Colombia, de Misael Torres, se identifica con la línea de teatro político, del pueblo, que no es comercial. Ha escrito varias obras, sacramentales, sainetes que fustigaban al gobierno de Correa..
Es un momento que puede ser el inicio de nuevas cosas en el arte, entretanto estamos empeñados en construir el teatro popular, una nueva semilla de canto, de teatro, de revolución.
Alex Cadena estudió, en la escuela el Cebollar, luego en el colegio Amazonas, se vinculó a varias organizaciones sociales juveniles y estudio sociología y literatura en la Universidad Central. Pero sintió que no copaba sus intereses y se retiró. “Siempre recomiendo a los jóvenes que hagan lo que ellos aman por que hasta el último día de tu vida, serás lo que amas, en el caso mío es el teatro, la poesía y cuando haces lo que quieres y amas, eres más feliz y más productivo en el planeta, en este momento de la vida.