Por Remo Cornejo Luque
En Derecho internacional, el genocidio es definido como un delito perpetrado con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Esa ‘intención de eliminar’ es el principal rasgo del genocidio, lo cual debe ser demostrable ante un tribunal.
En 1948 se creó la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de las Naciones Unidas, que definió este delito y sentó las bases para juzgarlo. Actualmente 153 países han ratificado este documento, entre ellos Israel y también los Territorios Palestinos, denominados Estado observador no miembro de Naciones Unidas. Indudablemente, esto es letra viva o muerta de acuerdo a conveniencia e intereses geopolíticos.
Solo para hacer memoria, los principales genocidios de los últimos tiempos fueron el Holocausto judío, el intento de exterminio de la población tutsi en Ruanda en 1994 o la masacre de Srebrenica en Bosnia en 1995, en la que el Ejército serbio y grupos paramilitares acabaron con la vida de unas 8.000 personas musulmanas de origen bosnio. Hoy se suma el genocidio sionista contra Palestina que superan las 36.000 muertes y al menos otras 69.465 personas han resultado heridas, desde el 7 de octubre de 2023.
Y la agresión continúa y hace un par de días, el ejército sionista lanzó sobre Gaza más de 80.000 toneladas de explosivos, hecho que supera al bombardeo en Hiroshima y Nagasaki (30.000 toneladas), el de Londres (18.300 toneladas) y el de Dresde (3.900 toneladas). Gaza sufre el peor bombardeo terrestre desde la Segunda Guerra Mundial. Gaza se ha convertido en la zona con más niños amputados del mundo, 10 niños son amputados cada día.
La solidaridad mundial ha estado presente cada momento de la agresión sionista y se han tomado las calles y universidades en rechazo. Miles de personas en todas las latitudes del mundo se han levantado exigiendo un alto a esta masacre y por la autodeterminación del pueblo palestino.
Esta presión mundial, obligó a que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna y apruebe, el 10 de junio, una resolución de ALTO AL FUEGO PERMANENTE y la liberación de los rehenes en Gaza.
¡Hay que estar vigilantes de que se cumpla esta resolución y se termine con esta masacre!