Autor: Juan Carlos Zapata / México
La desmovilización de los sectores organizados ha sido parte de la política de Morena-Gobierno, esto, mediante programas asistencialistas como han sido la Pensión Bienestar para Adultos Mayores, las Becas para el Bienestar Benito Juárez, apoyo para el Bienestar de las niñas y niños, hijos de madres solteras, Producción para el Bienestar y Sembrando vida, entre otros; también la demagogia, ya que AMLO prometió al Comité de Padres y Madres resolver el tema de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, promesa que hizo en campaña en materia de justicia y que ratificó siendo ya gobierno. Estamos a unas cuantas semanas que culmine el sexenio de AMLO y la verdad y la justicia no llegaron, inclusive se creó una comisión especializada para el caso Ayotzinapa con lo cual se les dieron falsas esperanzas a los padres, pues desde la SEDENA han obstruido los avances de dicha comisión, por el contrario, este 26 de septiembre se cumplen 10 años de la desaparición de los 43 jóvenes estudiantes, y la demanda es la misma.
La cooptación de dirigentes y de organizaciones sociales de corte trotskistas al gobierno morenista, es parte de su política desmovilizadora; la política de “abrazos y no balazos” que dio como resultado que el crimen organizado tenga aterrado a pueblos completos en diferentes partes del país, que inclusive hasta candidaturas tuvieron en el pasado proceso electoral, las alianzas que hizo Claudia Sheinbaum con ex priistas y ex panistas mismos que serán parte del próximo gobierno; la propia mañanera y su: “Yo tengo otros datos”, espacio que AMLO utilizó para denostar a medios de comunicación críticos y a las expresiones de movilización que se dieron en su sexenio.
Efectivamente, nada nuevo ante un gobierno de continuidad neoliberal y entreguista.