Por Jaime Chuchuca Serrano
El calentamiento global se expresa de diferentes modos: cambios climáticos repentinos, inundaciones devastadoras o extensas sequías; huracanes, tifones, y todo tipo de desastres naturales. La actividad humana irresponsable causa perjuicios en la naturaleza, y el ser humano al ser naturaleza, se perjudica a sí mismo. Las sequías se han presentado en todo el globo y particularmente en Sudamérica; se han incendiado decenas de miles de hectáreas: a mediados de septiembre se contabilizaban 350 mil incendios. En Ecuador, entre enero y septiembre, se reportan más de 35 mil hectáreas incendiadas. Estos incendios, si bien pueden ser accidentales, también los hay planificados: el crecimiento de las fronteras de las ciudades y actividades productivas acaban con la naturaleza.
La destrucción forestal repercute en el ciclo natural del agua. Los suelos boscosos absorben el agua de lluvia y recargan los acuíferos subterráneos. Las raíces de los árboles y plantas se anclan en el suelo, evitan y disminuyen la erosión, así también conservan el agua superficial. Los bosques contienen a las corrientes de viento y a las tormentas. Cerca de los ríos y lagos, los árboles previenen inundaciones y socavones. Las arboledas absorben agua, y la que no utilizan, la evaporan participando en la formación de las nubes. Los árboles y plantas forman más de la quinta parte del oxígeno del planeta e interactúan en el ciclo del carbono. El suelo forestal filtra el agua que circula por el ecosistema. Por si fuera poco, los árboles refrigeran naturalmente el ambiente.
La deforestación ha incidido en las sequías, dañan las cuencas hidrográficas y los nacimientos de los ríos; animales y comunidades humanas, se quedan sin agua para el consumo. Los cambios climáticos influyen en la economía; el estiaje, incendios, inundaciones, repercuten en los valores de los productos alimenticios. El sistema energético del país, con su eje central en las hidroeléctricas, sufre de las circunstancias climáticas. En términos políticos, la crisis energética tiene su origen en los negociados de los ex gobernantes y gobernantes actuales, que aparte de no cumplir los planes maestros, saquean los recursos estatales en la contratación de los proyectos energéticos corruptos. Sin electricidad, toda la economía se ve afectada, incluso la petrolera que ya se encontraba en crisis. La conservación de la Pacha Mama y la existencia de personeros públicos responsables y honestos continúa siendo una expectativa.