Por Remo Cornejo Luque
El genocidio sionista contra el pueblo palestino en Gaza, y la continuación de la masacre en Cisjordania, sigue en ascenso. Este acto criminal ha segado la vida de decenas de miles de hombres, mujeres y niños inocentes, y que ha reducido Gaza a escombros. Según un informe de The Lancet, «si contamos todas las muertes, incluyendo las que han provocado las 70.000 toneladas de bombas lanzadas, y las causadas por la destrucción del sistema sanitario y por la hambruna planificada desde el Gobierno ultraderechista de Tel Aviv, las víctimas ascenderían a 186.000 personas, casi el 10% de la población».
Esta línea terrorista israelita, en las últimas semanas, se viene ampliando al lanzar ataques contra Líbano, Cisjordania y Yemen, donde se ha producido la muerte de varios miles de civiles en esas poblaciones. Irán dio una respuesta bélica en represalia a esos ataques y puso en marcha la Operación Promesa II, con la que golpeó a instalaciones militares en territorio ocupado por Israel. Inmediatamente, la respuesta militar de Israel no se hace esperar y crece el conflicto bélico y, con él, más riesgos para el mundo entero, claro está, con la venia y supervisión de los Estados Unidos.
Recordemos que hace pocos días, la presión de los pueblos del mundo contra el genocidio que impulsa el sionismo en Gaza, Cisjordania y otros territorios palestinos, obligó a que el presidente Joe Biden llame a un alto al fuego a Israel. Sin embargo, a raíz de la respuesta militar iraní, Biden ha cambiado su discurso y está planificando, cual gorila guerrerista, con Israel la posibilidad de ataques militares a instalaciones petroleras en Irán. Es evidente, entonces, que EEUU e Israel son los países responsables y continuadores de la guerra y de la masacre en Medio Oriente.
Para corroborar lo sostenido, según un informe del proyecto Costos de la Guerra de la Universidad de Brown, se indica que EEUU habría gastado USD 17.900 millones en el último año en apoyo a la guerra que Israel mantiene sobre Palestina, que incluye dinero para reponer los sistemas antimisiles, combustible de aviones, misiles y armas de mano. Además, y mucho ojo, se han destinado USD 4.860 millones a la intensificación de las operaciones militares estadounidenses en la región desde los ataques del 7 de octubre de 2023.
Los pueblos del mundo exigen que se declare un alto al fuego en Medio Oriente, condena y rechaza el genocidio, la violencia militar y la ocupación que continúa ejerciendo el régimen sionista de Israel sobre sus vecinos. ¡Es hora de la paz en Medio Oriente!