Por Jaime Chuchuca Serrano
Como en otras oportunidades, el presidente Noboa, con el objetivo de no desgastarse electoralmente, pide en el oficio PR-DESP-2024-0030-0, al Comité Energético creado, que “tome decisiones inmediatas para asegurar la preservación y operatividad de la central hidroeléctrica de Mazar”; con esto, se lava las manos, olímpicamente, de la crisis energética. Y aunque es una táctica, en realidad, Noboa no asume las responsabilidades como Presidente, deserta políticamente, llegando a la incompetencia y negligencia. En meses anteriores, se habló de sabotajes, boicots, fallas humanas, y ahora se crea un Comité de Culpables.
Los ofrecimientos del gobierno, y de la nueva Ministra, se han quedado en eso, en más de un año, no se ha contratado más que una barcaza de 112 KW, los mantenimientos parecen especulativos, y se siguen ampliando los períodos de corte. La Ministra Manzano, explica que el déficit energético es del 30%, sin embargo se ha llegado a cortes del 60% del día, 14 horas diarias. Para dar más lustre a su intervención, Manzano concluye: “ya no se puede hacer más de lo que estoy haciendo”. Sin embargo, varias térmicas trabajan a medias.
Mientras tanto, la economía de los ecuatorianos palidece; hay sectores que han caído hasta el 54% y grandes industrias, hasta el 40%. A pesar de todo, hay personajes como Santos Alvite, ex Ministro de Lasso, y uno de los culpables de la crisis energética, que quieren hacer negocios turbios: piden que el Estado compre dos turbinas para Energyquil, empresa de un holding, con precios que rondan entre los 83 y 126 millones de dólares; además de esto, que se les garantice el pago de la generación, perjudicando claramente a la caja fiscal; y sin que el Estado llegue a ser dueño de ninguna parte de esta empresa.
Las crisis no se pueden ocultar con propaganda, como los 5 millones nuevos que gasta el gobierno en publicidad (sumándose 12 millones en total), a puertas de un nuevo proceso electoral. El derroche del gobierno es exorbitante, si se suman los 12 millones gastados en propaganda, los 137 millones en comunicaciones, los 179,3 millones de la barcaza turca, los 60 millones de la Consulta de Abril, y los 1000 millones de dólares que dicen haber gastado por la crisis, tenemos 1388,3 millones de dólares perdidos. Sin que el país se quede con una sola obra. Recuérdese también, que, por cada hora de apagón, el país pierde 13 millones. No se pueden evadir las responsabilidades de hoy, para querer asumirlas en la presidencia del mañana.