Por MSP
El Movimiento de Salud Popular pide una acción urgente para preservar, proteger y mejorar la labor de la Organización Mundial de la Salud tras la retirada prevista del gobierno de los Estados Unidos del organismo multilateral. La retirada de EE.UU. profundiza el debilitamiento de la OMS que comenzó en la década de 1980 con el surgimiento de una estructura de gobernanza sanitaria internacional que progresivamente ha suplantado a la OMS, usurpado sus funciones, reducido su financiación, abierto la puerta a donantes privados interesados, ha impedido el cumplimiento de su mandato constitucional y luego la ha dominado ideológicamente. Todo esto ha ocurrido en el contexto de una globalización neoliberal que asestó un golpe a los principios fundamentales del multilateralismo y entregó el poder sobre las iniciativas y decisiones de política de salud, regulaciones y implementación de programas al Banco Mundial, la OMC, los acuerdos de libre comercio regionales y bilaterales y las asociaciones público-privadas globales de múltiples partes interesadas. La retirada del apoyo financiero de EE.UU. producirá déficits financieros agudos para una OMS ya severamente limitada; los estados miembros deben moverse rápidamente para llenar el vacío con el fin de preservar los programas esenciales. Al mismo tiempo, la salida de EE.UU. también puede ser una oportunidad para reorientar la organización hacia una visión más radical y ambiciosa del multilateralismo de la salud impulsada explícitamente por el objetivo de lograr la Salud para Todos.