La soberbia derrotada

Periódico Opción
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Por Juan Pablo Sansur

La consulta popular y los resultados mortíferos en contra del gobierno nacional en inseguridad, el plan Fénix quedó en discursos, la tasa nacional de homicidios se proyecta en más de 50 por cada 100 mil habitantes, superando el récord de 47 alcanzado en el 2023, el promedio diario de muertes violentas es de 25 lo que equivale a una víctima cada hora.

El desempleo, la salud pública colapsada, la educación y su infraestructura en crisis y descuajeringada, no había una sola obra o indicador positivo que el gobierno pudiera mostrar con orgullo. La corrupción desbordada, el tráfico de influencias, los conflictos de interés estuvieron a merced todos los días, se evidenció y se vislumbró una ausencia de gestión gubernamental: por eso perdió.

El desmantelamiento en cuanto al subsidio al diésel repercutió para el ramalazo en la consulta popular,  la eliminación del subsidio al diésel golpeó directamente al agricultor y transportista, en sectores de clase alta cala el discurso de dicho desmantelamiento, pero no en toda la población, les ganó la soberbia, el orgullo, la intemperancia, la ignorancia, la población rural e indígena que fue criminalizada y judicializada le pasó la factura correspondiente al dictocrata quien perdió el voto indígena, como dijo Santiago Nieto de Informe Confidencial “quien quiere ganar una consulta popular no debe desmantelar el subsidio al diésel”.

Esta consulta popular fue un plebiscito: se consolidó, se acodó el rechazo, la resistencia, el repudio y la aversión hacia el presidente y sobre todo a sus politicas de corte neoliberal, en la práctica no sirvieron las preguntas, ni su contenido, todo fue un plebiscito con la particularidad de que las preguntas tuvieron una consigna: concentrar más poder, consagrándose las mismas en un cheque en blanco substancialmente  en la pregunta concerniente a la convocatoria de una constituyente, la misma refrendaría un salto al vacío con la privatización de las llamadas áreas estratégicas, la eliminación y la regresividad en cuanto a los derechos de la educación, la salud, la precarización, explotación o flexibilización laboral, la reducción de sueldos y salarios, en sí, jugó con fuego y salió chamuscado.

Los juegos pirotécnicos del gobierno nacional no surtieron resultados como la visita de la secretaria de seguridad del imperio norteamericano Kristi Noem, como queriendo reeditar la presencia de Erick Prince durante la segunda vuelta electoral, el pueblo no come ruedas de molino.

La cárcel del Encuentro, otro capítulo lóbrego y lúgubre protagonizado por parte del gobierno exhibiéndolo como trofeo a Jorge Glas quien ya tiene una sentencia ejecutoriada, el clivaje anticorreismo vs correísmo no se activó al máximo como lo anheló el gobierno nacional, a esto debemos sumar el discurso pendenciero de exterminar los décimos, más el discurso de que desaparecerán las prestaciones de salud por parte del IESS, el peor vocero del sí fue el gobierno, por otra parte el clientelismo como instrumento de cooptación con bonos, tractores, esto no funcionó en ninguna parte, pero sobre todo en lugares donde se dio la movilización social, porque son tomados como compra de conciencias.

La victoria del NO es de la ciudadanía, pero también de los movimientos sociales, del FUT, del Frente Popular, de Unida Popular, de lideres políticos de distintas vertientes como: Cristian Zamora alcalde de Cuenca, Aquiles Alvares alcalde de Guayaquil, Mauro Andino, Mónica Luzárraga, Verónica Silva, Jahiren Noriega, mientras tanto los pésimos voceros del gobierno deterioraron la narrativa oficial, para pregonar, difundir,  divulgar el discurso de la seguridad entre los cuales se encuentran: el clasista y racista Antonio Ricaurte cadáver político, el histriónico vocinglero y fascista asambleísta Andrés Castillo, esto sin contar con cierta prensa mercantilizada y vendida.

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