Por Dr. Miguel Díaz Álava MD.
1. Si bien las desigualdades entre las diferentes capas de la sociedad no es un tema nuevo para el análisis, tampoco la influencia que tiene la educación como instrumento para perpetuar las condiciones económicas y sociales que las producen, en los últimos años hay un nuevo impulso hacia su estudio especialmente en el campo de la Sociología y la Pedagogía. La educación en un contexto general es un motor que moviliza los cambios sociales o contribuye a su perennizacion del “status quo”. Eso explica el rígido control al que las elites someten a la educación en todas sus etapas, dándole el sello de clase que la hegemonía de la burguesía implanta sobre las áreas estratégicas de la sociedad.
2. En los países americanos desde el tiempo de la Colonia (1) existían políticas educativas que replicaban la práctica de las potencias con poder económico y militar en las cuales las elites económicas y sociales, que son las que gobiernan, aseguran su reproducción social por ende la perpetuación del control del poder político y económico sobre las instituciones estatales bajo varios mecanismos, tal vez el más importante el dominio casi exclusivo sobre la educación de calidad (2) Lo que en la práctica aísla a otras clases sociales que buscan el ascenso social o la toma del poder. Establecen redes fomentadas en una llamada “tradición educativa” para implementar círculos cerrados en torno a la educación, lo cual constituye un sistema de exclusión para miles de personas probablemente con mejores aptitudes y capacidades educativas, pero no beneficiadas por no ser originarias de una cuna más acomodada.
Esto implica una pérdida del rol de la educación (3), especialmente la universitaria, esta característica que se profundiza en la educación de tercer nivel, inicia desde los primeros años de la educación formal con un trastoque del paradigma educativo, el cual deja enfocarse en el desarrollo individual del ser humano, el progreso colectivo de una comunidad basado en la educación de alto nivel y la investigación, pasa a ser un mecanismo mediante el cual la burguesía asegura la reproducción social, el control de las instituciones estatales por sus “cuadros” al mismo tiempo que bloquea el ascenso social y económico de miembros provenientes de otra clase social que no sea la suya.
La perpetuación de este modelo implica en la práctica la implementación de un mecanismo excluyente para miles de personas de diversos géneros, orígenes y condiciones sociales (4), promoviendo la asimetría en el acceso a la educación de calidad, lo cual se extenderá en el acceso a las mejores opciones de trabajo, los que tienen mayor posibilidad de poder y los mejor remunerados.
En el contexto de la relación dialéctica entre la educación y la sociedad aparece el rol de los profesionales de la educación y el rol social que cumple la misma (5), el cual se distorsiona con las políticas educativas elitistas mencionadas con anterioridad.
La discriminación más importante en la práctica se relaciona con la economía necesaria para adquirir una educación de calidad sin embargo secuencialmente se producen otros sesgos como los que pueden ser por: genero, etnia u orientación sexual (6) lo cual puede amplificar el efecto segregacional sobre los educandos, pudiendo repercutir incluso en su salud mental o física.
Ante esta realidad actual producto de la crisis del capitalismo en todos los órdenes, se señala que también la educación está en crisis al no responder a las necesidades de la sociedad actual, más aún cuando se habla de la “Sociedad del Conocimiento” en los países industrializados, pero en Latinoamericana debemos aun bregar mucho por superar la crisis educativa en la que nos encontramos ya que la educación por sí misma es una herramienta de trasformación social (7).
Como todas las herramientas como puede servir para el aprisionamiento del conocimiento, la segregación social, la propensión al oscurantismo y la ignorancia también puede cumplir un rol liberador y emancipador (8) con políticas educativas que promuevan la equidad , la gratuidad , la meritocracia , el acceso libre , la transmisión de los conocimientos sin restricciones , el fomento de la investigación enlazándola con las necesidades de las comunidades ya haciéndolas participes del proceso y beneficiarias del resultado.
Si bien el papel más importante lo desempeña el Estado que es el que define las políticas educativas a nivel Nacional, no podemos menospreciar el rol de los docentes especialmente en la educación pública donde a pesar de la falta de recursos para desempeñar su trabajo han ideado iniciativas para mejorar el capital social de los estudiantes (9) incluso en áreas donde la criminalidad y la inseguridad se ha vuelto intolerable, estas iniciativas son muy valiosas para fomentar la reinserción estudiantil, evitar la deserción estudiantil, dar apoyo psicológico y educacional a los jóvenes medidas efectivas que los pueden alejar de tomar la decisión de unirse a la vida delincuencial.
Lo que significa que, en medio de la crisis social, económica y por supuesto educativa el rol de la educación debe redefinirse bajo la dinámica de los nuevos retos que la crisis implanta en nuestras sociedades, implica que los docentes abordemos bajo una dimensión social más completa la tarea de educar incluyendo lo político, lo económico y lo social (10), un rol transformador de la sociedad desde la educación como solución para superar la crisis actual y proyectarse al futuro.
3. La educación en Sudamérica está bajo el control social de la burguesía en la actualidad como antes lo estuvo por la aristocracia y el clero, la crisis capitalista se expresa también en la educación, la segregación y la exclusión de educación gratuita y de calidad la padece especialmente la juventud no solo bajo las dimensiones económicas sino también por etnia, genero, raza, etc. La educación es una herramienta poderosa para la emancipación de los pueblos para que esto sea posible debe articularse las políticas públicas educativas que garanticen la equidad, el acceso gratuito, la calidad de la educación. El rol de los docentes es fundamental como agentes trasformadores del capital social de los estudiantes más aun ahora en la situación de extensa criminalidad e inseguridad, la educación para la liberación se convierte en una necesidad para superar la crisis educativa y construir una sociedad diferente en un futuro no muy lejano.
4. BIBLIOGRAFIA
1)Sainz, Á. (2010). Educación y reproducción social de las élites habaneras (1776-1804). Revista Complutense de Historia de América, 36, 185-207. https://doi.org/10.5209/rev_RCHA.2010.v36.9 .
2)Rentería, M., Velásquez, Á., & Reátegui, L. (2020). Educados en el privilegio: trayectorias educativas y reproducción social de las élites en Perú., 29, 561-578. https://doi.org/10.22325/fes/res.2020.35 .
3)Villalobos, C., Quaresma, M. y Franetovic, G. (2020). Mapeando a la élite en las universidades chilenas. Un análisis cuantitativo-multidimensional., 29, 523-541.https://doi.org/10.22325/fes/res.2020.33 .
4)Palanca, L. (2019). La configuración de la educación superior clasifica a las y los universitarios y afecta sus oportunidades educativas., 24, 615-631.
5)Chávez, M., Padrón, D., & González, D. (2018). La función social de la educación: referentes teóricos actuales. Revista Conrado , 14, 259-267.
6)Ruiz, M., & Pelcastre, A. (2019). Teorías de la reproducción y de la resistencia en los sistemas escolares. Reflexiones en torno al género, clase, etnia y orientación sexual., 25-36.
