Por: Andrés Quishpe
Presidente Nacional UNE
Un elemento clave es que el NO triunfó incluso en aquellas preguntas que, desde el Gobierno, se aseguraba que tenían un “amplio” respaldo ciudadano, como las relacionadas con el financiamiento de los partidos políticos y la reducción del número de asambleístas. Esto demuestra que la consulta terminó convirtiéndose en un plebiscito sobre la gestión gubernamental. El pueblo no sólo rechazó el contenido de las cuatro preguntas —lo cual ya es significativo—, sino que expresó un claro desacuerdo con la política general del Gobierno.
Esta realidad no es espontánea; desde las organizaciones sociales, colectivos, personalidades lo definimos y trabajamos; basta mirar las resoluciones del Encuentro Nacional por el NO desarrollado en Quito en el coliseo de UNE el 25 de octubre, donde más de 36 organizaciones se dieron cita. Esta puntualización no niega para nada que son los pueblos del Ecuador quienes han conquistado una victoria política de enorme importancia. La amplia ventaja del NO en las cuatro preguntas constituye un mensaje nítido de rechazo a Daniel Noboa. Ni los millones de dólares gastados en propaganda, bonos, pago del décimo adelantando, ni la utilización de las instituciones del Estado, ni el discurso agresivo y de miedo, ni las mentiras, ni la intervención de funcionarios estadounidenses, uso de influencers o de ciertos medios de comunicación lograron imponer el SÍ. Todo ese aparato no le dio resultados al Gobierno.
El 4 veces NO fue una consigna de menos a más que, al estar cargada de una campaña unitaria, colorida, argumentativa y alegre, se fue ubicando como alternativa firme para ubicar un freno a las intenciones de instituir un régimen autoritario, al propósito de eliminar derechos conquistados por los trabajadores, mujeres, jóvenes y los pueblos, al interés de incorporar al territorio (Galápagos) como parte de la política de seguridad del Gobierno estadounidense mediante una base militar extranjera. Aún recuerdo cómo en un foro varios jóvenes, al permitirles opinar. Señalaron: “Así como le dimos el voto a Daniel Noboa, esta vez le quitamos”. En la juventud, al igual que en otros sectores, impactó bastante la represión brutal desarrollada por el Gobierno en el paro nacional, criminalización que continúa, pues varios dirigentes sociales seguimos convocados por la Fiscalía General del Estado.
Noboa y su gabinete han sido castigados en las urnas, escenario que ellos convocaron con juez y cancha a favor. Pues a la vez que el Consejo Nacional Electoral nos aceptaba a varias organizaciones sociales participar en la consulta popular 2025; al mismo tiempo, nos perseguían mediante denuncias en el Tribunal Contencioso Electoral, por la consulta del Yasuní.
Sin embargo, en medio de todas las adversidades, los pueblos del Ecuador le han dicho: NO estamos de acuerdo con la elevación del IVA; NO te creemos cuando dices que estás controlando la delincuencia; NO te creemos cuando dices que el país vive una recuperación económica. El pueblo ha dicho que NO acepta la privatización de empresas del Estado ni de las áreas estratégicas, que se elimine la gratuidad de la educación superior o que se eliminen los décimos y otros derechos laborales que los propios voceros del SI y de Carondelet lo señalaron. Pero también los trabajadores y el pueblo han defendido la seguridad social, las reservas naturales, la soberanía del país, así como el trabajo digno, la educación y la salud pública como derechos humanos.
Si el pueblo ha dicho NO a esa política del Gobierno, esto implica que no se debería persistir en ella; implica que también los asambleístas del Gobierno y sus aliados no cuentan con el aval de los electores. Hoy, ni el Gobierno ni la Asamblea representan la voluntad popular.
El triunfo del NO es de la gente. Pero también es el resultado de la acción de varias organizaciones políticas de izquierda y progresistas, de organizaciones sociales populares de diversa índole y de hombres y mujeres que se incorporaron a la campaña. Fue una campaña totalmente desigual en cuanto a recursos materiales, pero el pueblo derrotó a las grandes chequeras y a una campaña millonaria.
Pero también los resultados electorales provocan un cambio en la correlación de fuerzas sociales y políticas. Noboa ya no puede sostener que cuenta con el apoyo mayoritario del pueblo. Hoy, la principal expresión política en el país es el descontento y rechazo al Gobierno. Desde la UNE estamos proponiendo que los 200 millones de dólares que se buscaba invertir en el proceso de la Constituyente sean trasladados a salud y educación, que están en una grave crisis. Si el Gobierno lo acoge será una clara expresión que entendió el jalón de orejas que el país le está dando.
