El banquero es el desastre

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Por Leopoldo Mateus

Total, fue el rechazo que recibió el banquero Guillermo Lasso en el cantón Alausí, al cual llegó un día después de la tragedia que enluta a cientos de familias e indigna a todo el país, porque es indiscutible que se podía evitar la catástrofe, si había de parte del gobierno nacional y de los gobiernos locales, un mínimo de preocupación por la vida de la población.

Lasso llegó rodeado de militares y policías, con dificultades y en medio de abucheos de la población pudo entrar al Municipio de Alausí, ahí hizo relación al “gran esfuerzo que le había tocado hacer por viajar cinco horas en auto”, esta ridícula y ofensiva afirmación vino otra más torpe todavía al decir que “esta (tragedia)… es una oportunidad para la reactivación económica” , estas despreciables afirmaciones presidenciales las hizo mientras los familiares y el pueblo entre lágrimas y dolor aruñaban la tierra para rescatar a sus seres queridos.

El pueblo sabía que era una llegada inútil, efectivamente Lasso llegó sin nada en concreto, apenas pudo ofrecer los bonos de arrendamiento, pedir al municipio terrenos para construir viviendas. No llevo una sola cifra de los recursos económicos con ellos que el gobierno aportaría para afrontar los daños, que además son responsabilidad del Estado. Nuevamente quedó en evidencia el cinismo, la inoperancia y la indolencia del banquero Lasso que se convirtió en la representación del desastre.

Lasso, salió de Alausí en medio de pifias, de reclamos, y del rechazo del pueblo que indignado gritó ¡Fuera Lasso Fuera ¡. Fue una respuesta a la incapacidad del gobierno, a su inoperancia para atender los problemas de la población, puesto que tenía la obligación de evacuar a las personas y tener un plan previo para alojarlas y reubicar sus nuevas viviendas.

Tanto en gobierno como los GAD conocieron el informe de febrero de la Secretaría de Riesgos, que estableció la alerta amarilla en la zona de 247 hectáreas considerada “zona con alto grado de amenaza”, por el peligro de los movimientos en masa de la tierra, que es lo que la final sucedió. Toda la montaña se vino abajo sepultando a decenas de personas de las comunidades.

Según el reporte de la Secretaria de Riesgos, existe:

Personas afectadas: 500

Desaparecidos: 67

Damnificados: 395

Fallecidos: 14 (Cifra ajustada en función del reporte de cuerpos recuperados por el Cuerpo de Bomberos del GT3 Provincial de Chimborazo entregado a la Sala Situacional hasta las 14:30 del miércoles, 29 de marzo de 2023).

Heridos: 33

Rescatadas: 32

Viviendas afectadas: 163

Viviendas destruidas: 57

Vías afectadas: 2,32 kilómetros

Unidades educativas: 1 (Unidad Educativa Federico González Suarez, presenta colapso del cerramiento e ingreso de tierra, rocas y material pétreo a las instalaciones y afectaciones a las baterías sanitarias).

Bienes privados afectados y destruidos: 3

Bienes públicos afectados: 25% de la red de alumbrado público

Servicio de agua potable afectado. 60%

Servicio de alcantarillado afectado: 20%

Bienes destruidos: 2 (1 estadio y 1 coliseo)

A los fallecidos y los daños por el deslave en Alausí, se suman los que dejó el terremoto y las lluvias. Frente a esto, la respuesta del gobierno fue declarar por 60 días el estado de emergencia en 13 de las 24 provincias, con el fin de “mover recursos económicos para atender a los damnificados”.  ¿Cuánto son esos montos? No se conoce. Lo que algunos medios han señalado es que no hay dinero para afrontar estos desastres y se debe acudir el endeudamiento. El ministro de finanzas señaló que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de un monto programado de USD$200 millones, acaba de entregar $60 millones, de los cuales, 10 han ido al Ministerio de Obras Públicas y Transporte para atender al sistema vial, destruido por el invierno y el terremoto. Otros 3 millones a las cuentas del Ministerio de Educación y se están asignando unos $6 millones más a la secretaria de Riesgos, a los ministerios de Vivienda e Inclusión Social.  

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