Espejos electorales

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Por Jaime Chuchuca Serrano

En las campañas electorales prosistema, las derechas tienen gran ventaja, aprovechan el estado histórico de la construcción discursiva, mediática, cultural; las estrategias organizan la operación política y las percepciones bajo la enajenación cotidiana de la conciencia social. La mayoría de izquierdas pretenden exponer en corto tiempo racionalmente la crítica al sistema capitalista, las estructuras de poder, la explotación, las discriminaciones, la ruptura del metabolismo universal y otras decenas de problemas de décadas y siglos. En las últimas campañas, Ecuador y Bolivia tienen una similitud: la división de las izquierdas y del campo popular, ya sea por sus propios problemas o la presión estratégica de los rivales. Esto fue empleado por Noboa en las elecciones presidenciales de 2023 y 2025, y por las dos fórmulas de las derechas bolivianas que llegaron a segunda vuelta en 2025 y en la que terminó ganador Rodrigo Paz.

Uno de los campos de investigación de las ciencias políticas y la comunicación política de estas décadas, ha sido la disyuntiva de las campañas racionales o emocionales, o el punto de equilibrio de estas. En este contexto, se orientan los objetivos de los candidatos y de la población, ahora ¿cuáles son los pensamientos, emociones y sentimientos de estos?, y ¿qué metodologías y ciencias se usan para la comprensión? A través de diferentes direcciones, se proponen campañas en las que primen las emociones primarias como el miedo, la ira, tristeza, alegría, así como la organización de los discursos de análisis de la sociedad y el Estado de una u otra tendencia política.

En este camino, hay una gran distancia ontológica entre la realidad y las percepciones, las campañas electorales y la comunicación de los gobiernos apuntan a las segundas. Una particular teoría de las percepciones fue escogida por Joseph Napolitans y sus discípulos, Ralph Purphine, Jaime Durán Barba, y seguidores de este último, como Caputo y el mismo Noboa que tomó clases de Durán Barba y lo tiene de asesor. Las herramientas tecnológicas recientes miden e intervienen cada vez mejor en las percepciones sociales. Se usan campañas tecnológicas para la formación de fandoms (comunidades de fanáticos) en lugar de electores conscientes o militantes tradicionales. Es una forma de entender los shows de Trump, Bukele, Milei, Noboa, y la proliferación de las industrias culturales y mediáticas para las elecciones. Aparte del control político institucional casi total de Noboa para las elecciones del 16 de noviembre, se reedita la percepción de vinculación de los adversarios y el miedo, mientras el régimen se disfraza de seguridad. Una pregunta práctica es ¿cómo superar las refracciones hegemónicas en las campañas?

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