Por Oswaldo Báez Tobar
Mario Bunge (1919-2020) fue físico, matemático y filósofo de la ciencia argentino. Nació en Florida el 21 de septiembre de 1919, estudió en la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de La Plata; fue profesor de física y filosofía en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de Montreal, Canadá. Siendo muy joven fundó la “Universidad Obrera”, a la que asistían 1000 alumnos, pero fue clausurada por Juan Domingo Perón en 1943. Bunge fue autor de numerosos libros y artículos sobre física teórica y filosofía de la ciencia. Profundizó en temas referentes a la lógica de la ciencia y el conocimiento científico, ética y ciencia, ciencia y desarrollo, sustentó conferencias magistrales en universidades y academias de América y Europa.
La primera visita a Ecuador del profesor Mario Bunge fue como conferenciante invitado al Curso Internacional de Verano en la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, de la Universidad Central, en 1960 (1); luego de este primer contacto con la academia, fue invitado por varias ocasiones por otros centros de educación superior del país. Hace ya algunos años tuve la singular oportunidad de conocerle y escuchar una charla del sobre las corrientes filosóficas de los tiempos modernos. Me impresionó grandemente el dominio de temas filosóficos y la fluidez de su exposición.
Mario Bunge falleció el 24 de febrero de este año, dejó una profunda huella en física teórica, matemática y filosofía de la ciencia. Fue uno de los grandes pensadores de América Latina y muy reconocido en el ámbito académico internacional.
La página de Ciencia del periódico Opción de Ecuador, le tributa un homenaje de admiración por sus valiosas contribuciones a las ciencias físico-matemáticas y a la epistemología que constan en numerosos libros, artículos científicos, ensayos científico-filosóficos y conferencias magistrales.
De una de sus obras: LA CIENCIA, su método y su filosofía, – que conservo como una joya bibliográfica- me permito hacer una breve nota, que pongo a consideración de los amables lectores:
La obra: LA CIENCIA, su método y filosofía, consta de cuatro capítulos: ¿Qué es la ciencia?, ¿Cuál es el método de la ciencia?, ¿Qué significa “ley científica”? y “Filosofar científicamente”. En cada uno de ellos aflora el pensamiento de Bunge con excepcional profundidad. Tengo preferencia por el primer capítulo en el que esclarece en forma magistral lo que es, en verdad, la ciencia, y por el último, en el que plantea las líneas maestras sobre cómo filosofar científicamente y cómo encarar la ciencia filosóficamente. En homenaje al maestro Mario Bunge transcribo algunos puntos esenciales de su pensamiento sobre la ciencia y el conocimiento científico:
«La ciencia –dice Bunge- puede caracterizarse como un conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible. Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta”.
Si la ciencia es un conjunto de conocimientos, se podría inferir que la ciencia registra e incorpora todo tipo de conocimientos. Ciertamente no es así. Al conocimiento humano, amplio y diverso Mario Bunge lo catalogó en cuatro categorías: Conocimiento empírico, conocimiento filosófico, conocimiento teológico y conocimiento científico.
El conocimiento científico se basa en conocimientos y experiencias anteriores, pero no los acepta a priori, ni porque provienen de alguna autoridad humana por notable que esta sea. Para que un hecho sea considerado como verdad científica debe ser verificado y comprobado mediante el método científico. Afirma Bunge:
“El conocimiento científico es conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable, pero no infalible. Es un producto de la actividad humana en la comunidad social y comunidad científica. Por medio de la investigación científica el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo, que es cada vez más amplia, profunda y exacta”.
Cualidades del conocimiento científico: objetividad, racionalidad y sistematicidad.
– Objetividad, puesto que la ciencia se basa en los hechos reales y concretos, no cabe en la ciencia subjetividad o fantasía.
– Racionalidad, porque la ciencia está formada por conceptos, juicios, razonamientos; se expresa en principios, leyes y teorías. La ciencia es la mejor expresión de la razón.
– Sistematicidad, por cuanto la ciencia no es un cuerpo anárquico, o desorganizado de conocimientos; por el contrario, la ciencia está integrada por un conjunto orgánico, integrado, sistematizado de conocimientos.
Según Mario Bunge, el conocimiento científico “es fáctico, trascendente, analítico, especializado, claro y preciso, comunicable, verificable, metódico, sistemático, general, legal, explicativo, predictivo, abierto y útil”.
Estos atributos se explican a continuación:Fáctico, porque parte de hechos reales y objetivos.
Trascendente, porque partiendo de los hechos llega más allá de ellos, los modifica y transforma para convertirlos en otros nuevos.
.Analítico, porque la ciencia descompone (pero también compone) los objetos de estudio.
.Parte del todo, para llegar a los elementos que lo constituyen en última instancia; por cierto la ciencia tampoco puede ignorar la síntesis.
.Especializado, como consecuencia de la cualidad anterior, y del desarrollo de las ciencias, estas se dividen y especializan cada vez en nuevas y numerosas disciplinas científicas. (La Biología, una de las ciencias naturales más dinámicas y progresistas, ha creado en los años recientes la biología celular, la biología molecular, la genética, la evolución, la biogeografía, la biofísica, y otras).
.Claro y preciso, ya que la ciencia se expresa mediante un lenguaje propio, estricto y mediante símbolos, a la vez registra fenómenos con precisión cada vez mayor.
.Comunicable, dado que no es patrimonio privado, sino que se ofrece a toda persona que tenga interés y capacidad para entender la ciencia.
.Verificable, a través de la observación y experimentación.
.Metódico, porque no recurre al azar ni a la casualidad, el conocimiento científico es producto de la investigación planificada.
.Sistemático, ya que contiene un cuerpo coherente, lógicamente integrado.
.General, puesto que integra los hechos y casos particulares en conceptos y principios generales.
.Legal, porque busca establecer leyes de la naturaleza y la cultura y las aplica.
.Explicativo, por cuanto la ciencia pretende explicar el mayor número de hechos en término de leyes y principios.
.Predictivo, por cuanto todo conocimiento científico explica un hecho o fenómeno no solo en el presente, sino en el pasado y en el futuro, siempre que se presenten similares condiciones.
.Abierto, en cuanto no es dogmático ni irrefutable o absoluto. El conocimiento científico no es definitivo, sino cambiante, dinámico, susceptible de perfeccionamiento.
.Útil, pues la civilización actual es científico-tecnológica. Los conocimientos científicos son útiles en todos los ámbitos del desenvolvimiento humano. La tecnología moderna es esencialmente ciencia aplicada; así la Ingeniería es física y química aplicada, la Medicina es biología aplicada.
Y el maestro Mario Bunge concluye: “La ciencia se nos aparece como la más deslumbrante y maravillosa de las estrellas de la cultura cuando la consideramos como un bien en sí mismo, esto es como un sistema de ideas establecidas provisionalmente (conocimiento científico) y como una actividad productora de nuevas ideas (investigación científica)”. “La meta final de la investigación científica es descubrir las regularidades (leyes) de la realidad y utilizarlas para explicar, predecir o retrodecir hechos”.
Bunge defendió con gran firmeza la ciencia pura y la verdad científica, apoyó la aplicación de la tecnología moderna para el desarrollo de los países de América Latina; proclamó la ética en la investigación científica y en la aplicación del conocimiento científico. En más de una ocasión expreso: “La ciencia es flor, herramienta y arma, porque ayuda a vivir, a gozar de la vida y a luchar por ella”. Hermoso mensaje que dejó a la juventud y a la sociedad, junto con el implacable combate a las seudociencias y a los políticos que con total desconocimiento meten la mano en la planificación de la ciencia.
Nota
- Por varios años la facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, organizó Cursos de Verano, con la participación destacados intelectuales del Ecuador y de otros países de América Latina, en el campo de la filosofía, psicología, pedagogía, literatura… Los mencionados cursos tuvieron mucho prestigio dentro y fuera del país, pues, se constituyeron en una tribuna del pensamiento universitario más avanzado de América Latina.Pero, la dictadura militar que derrocó al Presidente constitucional, Carlos Julio Arosemena y asumió el poder el 11 de julio de 1963, intervino en la Universidad Central e impidió que el Curso de Verano programado para ese año se realizara; el decano de la Facultad de Filosofía, Luis Verdesoto Salgado tuvo que salir al exilio, como otros profesores de la Central. Años más tarde se reeditaron los Cursos de Verano, pero no llegaron a tener la brillantez de su mejor época.
Bibliografía
– Bunge, M. 1976. La Ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires, Ediciones Siglo Veinte.
Quito, 1 de marzo 2020.