Por Jaime Chuchuca Serrano
En medio de la campaña de la Consulta y Referéndum 2024, el noboísmo acabó con su propia mayoría, y superó en torpezas a Moreno y Lasso, lo que tiene como culmen el asalto armado a la Embajada de México. Por añadidura, Noboa ha tenido una retahíla de golpes en contra de sí: los sucesos de Abad, la farra en España, la corrupción del hijo de Abad, el conflicto interno, la fuga de Fito, nuevos apagones. En este proceso, cada semana, Noboa bajaba su apoyo; sin enfrentar un solo debate. En una presidencia con problemas en todas partes, hasta demandas internacionales, Noboa se fue de vacaciones a Miami.
La situación de criminalidad del país, como hecho social, fue la campaña más grande para las preguntas de las penas y las FFAA. El temor fue la base para el voto Sí; este justificó el incremento del control y la vigilancia estatal. Como en el modelo pandémico, cada día aparece una nueva peste: el conflicto armado, el incrementó del IVA, la gasolina, el diésel, el gas, apagones, baja de producción. Golpes mortales, que llevaron a la gente al borde de la desesperación. En medio de la doctrina del shock y de la seguridad, vino la doctrina del Sí. Es el hecho social coactivo, que presionó a afirmar, en preguntas cerradas de Sí y No. En promedio, el Sí sacó 59,49%, y el No, 40,5%. Lo difícil, en realidad, era salirse de la estructura de presión por el Sí. Las fuerzas populares solo pudieron ganar en dos preguntas: la D (65,22%) y la E (69,56%), el trabajo por horas y el arbitraje internacional. Mientras el crecimiento de la estructura coactiva de las FFAA (preguntas A y F), así como de las penas, se perdía en un marasmo sin debate, solapado por el pacto comunicativo que apoya a Noboa. Sin embargo, el porcentaje promedio del No, 40,5%, no es para nada despreciable.
Las izquierdas no tuvieron una sola posición frente a la Consulta; mientras que las derechas, el gobierno, y el aparato comunicativo se abrazaban unificadas. ADN y Noboa hicieron campaña sin registro electoral. El correísmo en una primera fase apoyo el Sí, semanas después, con el asalto de la embajada, llamó al No. Intentando polarizar con Noboa, la CONAIE y Pachakutik llamaron a votar 11 veces no. Unidad Popular hizo campaña por el No, en la D y la E. La Consulta era mañosa: excesiva cantidad de preguntas y temas diferentes, para generar confusión. La campaña y las fuerzas eran cortas; ante esto, el debate público de las organizaciones popular, llegó por economía de fuerzas, a unificarse por el No en las preguntas D y E.
Tras los resultados del 21 de abril, y con un CNE parcializado hay más perdedores que ganadores. Ecuador perdió 62 millones, en medio de una crisis energética. En las 9 preguntas que ganó el Sí, se perderán más millones de dólares. La Corte Constitucional se fue en contra de sus propias sentencias para aprobar preguntas como el apoyo complementario de las FFAA, subir penas y el trabajo por horas. La Ministra de Trabajo y Noboa, que impulsaron el trabajo por horas, perdieron. Noboa (y la burguesía más reaccionaria) perdió en la pregunta del Arbitraje Internacional, porque el mismo tiene empresas extranjeras, que quería usar, para saquear al país. Del otro lado, las organizaciones populares, con mínimos recursos, enfrentaron los emporios económicos y comunicativos, de tal modo, que 1, 2, 4 u 11 veces No, en este macabro juego, era victoria.
El triunfo de las 9 preguntas por el Sí (A, B, C, F, G, H, I), trae más problemas de los que resuelve: para el gobierno, la planificación institucional, militar, legal (6 nuevas leyes, en una Asamblea sin mayoría), judicial (cientos de jueces más) y la carga presupuestaria de millones dólares. El discurso presidencial que prometió acabar con la delincuencia, sencillamente no se cumplirá. La reinstitucionalización de las FFAA necesitará cientos de soldados, armas, vehículos, en un Estado que no ha puesto a un solo narcogeneral preso. La Asamblea Nacional será, otra vez, centro de dilemas por conseguir mayorías móviles.
La victoria del No en el Arbitraje Internacional (65,22%) y el Trabajo por Horas (69,56%), marca el inicio del siguiente proceso electoral, 2025; porque forma un discurso contra el saqueo y la esclavitud laboral; sin embargo, no se avizora un camino de alianzas fuertes que disputen el gobierno. Del lado oficialista, la unidad tras Noboa, fue circunstancial, y asomarán numerosos actores para el show electoral. A los golpes que ha tenido Noboa, se suma un parcial golpe electoral, pero conserva su poder y fuerza.
Esta Consulta y Referéndum, que parecía tener por centro la seguridad, en realidad tenía los objetivos políticos electorales del gobierno. Para cambiar la estructura de criminalidad, y matanza, hay que acabar con las causas sociales de la pobreza, la falta de educación, el desempleo y la vulneración de los más débiles. El país no limitará a la delincuencia encerrando personas en la cárcel, si 119 mil 324 niños (2023-2024) no se pueden matricular en el último año de la escuela, por situación de pobreza.