Los Derechos Humanos son nuestros, de los pueblos del mundo y los exigimos aquí y ahora

Periódico Opción
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Redacción Opción

Nelson Erazo, presidente del Frente Popular y Vladimir Andocilla, presidente del Colectivo de Derechos Humanos Kinti Ñan, hicieron publico un comunicado a propósito de celebrarse el aniversario 75 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Varias organizaciones sociales y de derechos humanos del pais han realizado varios paneles y conversatorios alrededor de tan importante tema. En Guayaquil esta mañana organizaciones del Frente Popular, la UNE y organizaciones políticas de izquierda realizaron una marcha conmemorativa.

A continuación reproducimos el texo conmemorativo:

El 10 de diciembre de 1948, se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la Asamblea General de la ONU. Ese acontecimiento fue resultado de las innumerables luchas de las clases trabajadoras y de los distintos grupos humanos que a través de la historia impulsaron acciones por el reconocimiento de los derechos humanos como aspectos inherentes a la condición humana. La Declaración estableció las bases mínimas de la convivencia entre los pueblos y el compromiso de los países de promover y proteger los Derechos Humanos de todas las personas.

Han transcurrido 75 años desde su promulgación y los derechos que conforman la Declaración Universal se encuentran vigentes, sin embargo,  su concreción plena sigue siendo una exigencia permanente de los pueblos, las mujeres y las juventudes del mundo.

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” y “todos sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social” tienen todos los derechos señalan los artículos 1 y 2  de la Declaración de DDHH, sin embargo, esos derechos universales no pueden ejercerse integralmente. Desde el mes de octubre de 2023, todo el planeta mira el genocidio israelita-sionista contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, que ha cegado la vida de decenas de miles de personas, especialmente niños y niñas cuyos proyectos de vida nunca fueron libres y se apagaron por razones étnicas, de religión y origen nacional.

Los pueblos del mudo condenamos esa masacre y todas las guerras capitalistas-imperialistas que se despliegan en el mundo. Rechazamos la injerencia del imperialismo norteamericano que apoya al estado sionista de Israel en su acción genocida contra el pueblo palestino.

Las y los defensores de derechos humanos denunciamos al capitalismo como el gen principal de los problemas de la humanidad, de las desigualdades sociales que no garantizan empleo digno para la clase trabajadora; de la depredación acelerada de las fuentes de agua y del calentamiento global generado por las grandes industrias. Condenamos la complicidad e inoperancia de los gobiernos estatales que no garantizan la vida de sus pueblos, ni sus derechos a la salud, educación, salarios dignos, ni acceso a la vivienda.

En el Ecuador de forma particular se violentan constantemente los DDHH, como país capitalista, gobernado por la derecha, cuyos gobiernos engendraron una crisis  de violencia e inseguridad, que solo en 2023 proyecta 7500 muertes violentas, entre ellas 300 feminicidios. En nuestro país en el que 6 millones 500 mil personas en edad de trabajo no acceden a un empleo fijo, al salario básico, ni a la seguridad social, en el que la pobreza ha crecido sensiblemente, generando una migración de más de 300 mil personas desde 2021 hasta 2023, los DDHH son vulnerados todos los días. .

Cada uno de los gobiernos ha propuesto incrementar y resolver el estado de los derechos económicos, sociales y culturales, pero no han cumplido. Los regímenes de Correa, Moreno, Lasso y también el del actual Presidente Noboa han hablado de las juventudes y del acceso a la educación superior. Sin embargo 1 millón 500 mil jóvenes no ingresó a la universidad pública y no se prevé para 2024 un incremento de presupuesto y cupos, que les permita su acceso.

El derecho a la salud se encuentra sensiblemente afectado, las y los ecuatorianos esperan un promedio de 3 meses para una consulta médica y 6 meses para una operación en hospitales públicos. El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, institución de las y los afiliados y pensionistas se ha convertido en la caja chica del Estado para proveer de recursos económicos a los gobiernos de turno al tiempo que han desfinanciado los fondos de salud y pensiones.

El estado de los derechos humanos en Ecuador se encuentra en crisis, la clase trabajadora, las mujeres y las juventudes no acceden o acceden con mucha dificultad a sus derechos, las instituciones que deben promoverlos y garantizarlos son nichos de corrupción y despilfarro..

Desde las organizaciones sociales que forman parte del campo popular, desde las organizaciones de derechos humanos, desde los pueblos del Ecuador expresamos nuestro deseo firme de continuar el trabajo de exigibilidad de los derechos humanos, de la promoción, la participación y la opinión para la construcción de nuevos derechos y libertades para nuestro pueblo.

Frente a un mundo de violencias estructurales, frente a los estados capitalistas cómplices de vulneraciones a la vida y las libertades, a gobiernos inoperantes y corruptos, a industrias contaminantes a corporaciones explotadoras y opresoras afirmamos nuestro compromiso de defender todos los derechos, de resistir en todos los campos posibles a las políticas conservadoras, explotadoras, opresivas y discriminatorias.

Reconocemos en la Declaración Universal de Derechos Humanos, una base de dignidad y libertad y expresamos nuestro compromiso de avanzar en la lucha exigir el respeto irrestricto por parte del Presidente Noboa y de las autoridades que tienen la responsabilidad de las políticas públicas y asignación del presupuesto indispensable para su aplicación en todos los espacios del convivir social. Reiteramos nuestra  voluntad de ejercerlos plenamente y trabajar por construir nuevos derechos y libertades junto la clase trabajadora, las mujeres y las juventudes del Ecuador y el mundo para asegurar una nueva vida, distinta a la que ofrece el capitalismo,  realmente digna para toda la humanidad.

Quito, 10 de diciembre de 2023

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