Los intocables

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Por Jaime Chuchuca Serrano

El pacto logrado por Daniel Noboa, en cuanto a su fuerza, es parecido al que tuvo en su tiempo Moreno: mayoría asamblearia (en el caso de Noboa con otras fuerzas), beneplácito de los banqueros, industriales, agroexportadores, megacomerciantes y medios de comunicación. La diferencia es que Noboa es miembro directo de uno de los grupos económicos más grandes de Ecuador, Moreno era solo un títere. De entrada, Noboa superó a Lasso porque este último nunca pudo conservar la mayoría en la Asamblea. Sin embargo, Noboa continúa el mismo rumbo económico y político dejado por sus antecesores, incluyendo algunos segmentos de la Consulta Popular, que incrementan el poder de las fuerzas represivas, las que están contaminadas por el narcotráfico.

La ejecución de la política noboísta, está dirigida a mantener la unidad con las fuerzas que lo apoyan y de la mayoría legislativa; es un acuerdo de las élites para conservar los compromisos económicos con los contratistas, acreedores (nacionales e internacionales), muchos de ellos forman parte de los Carteles de la Corrupción de décadas. La Ley de Eficiencia Económica aprobada recientemente, y la Ley de Competitividad Energética, enviada por el gobierno, benefician a fuertes grupos económicos, además de fortalecer las privatizaciones. Estas leyes, quieren continuar el desmantelamiento dejado por los presidentes anteriores. En cuanto a las Reservas Internacionales, que en el año 2022 eran más de 9 mil millones de dólares: Lasso dijo que no las usaría, y termino su gobierno con una suma de 4 454 millones, en el gobierno de Noboa se está con un poco más de 3 mil millones dólares. Además de esto, el gobierno está haciendo operaciones para vender 1000 millones de dólares en oro. La lógica económica de estos gobiernos simplemente ha sido vender las joyas de la casa.

Los Intocables en Ecuador, al contrario de la famosa película, son los acumuladores del capital proveniente de la guerra de la droga y la corrupción. El sistema financiero ecuatoriano es uno de los grandes intocables: presencian a diario el lavado de dinero de miles de millones de dólares; todas las autoridades de las instituciones estatales, que deben vigilar los movimientos financieros, han sido puestos por los mismos banqueros. Esta estructura se fortaleció en la época de Lasso, y Noboa los mantendrá, porque le importan mucho más los juegos de azar (véase la pregunta 11 de la Consulta).

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