No diga si cuando quiera decir No

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Por Jaime Chuchuca Serrano

La famosa obra: No diga sí cuando quiera decir no, un libro de psicología asertiva de Herbert Fensterheim y Jean Baer, trata de un problema recurrente en la sociedad moderna: decir sí a todo lo que le piden. Para resumirlo en una expresión ecuatoriana: “tener el sí flojo”. El doctor Herbert Fensterheim practicó la técnica del aprendizaje asertivo en el Hospital de New York, enseñándole a la gente a decir NO, aplicando las leyes del cambio de conducta, para enfrentar el desprecio y la agresión, para reducir los temores y los malos hábitos. Escriben los autores: “Padres, maestros, clérigos y hombres de negocios han conspirado inconscientemente [y conscientemente añado yo] para producir una nación de tímidos” (p. 29). Decir NO es una expresión de la libertad para manifestarse, de la personalidad independiente, de la defensa de los derechos. El sí debe ser racional, no coactivo, ni impuesto.

A los políticos se los conoce por los actos, y el gobierno de Noboa ha fortalecido el sistema coactivo estatal, lo que constriñe las decisiones de la gente. Las Consultas Populares de 2024 y 2025, asociadas al Sí del oficialismo, se han basado en la ampliación de la sociedad disciplinaria, del régimen militarista y policíaco, punitivista y arbitrario. A más de un año de la Consulta de 2024, se puede concluir su total fracaso y el del gobierno, el país es uno de los más inseguros del mundo; el 2025 será el año con más homicidios de la historia (se superarán los 9 mil); crecen las masacres, el narcotráfico, los delitos, el hacinamiento carcelario. La Consulta de 2025 tiene como núcleo central la posibilidad de una Asamblea Constituyente, con la fórmula D’Hondt que favorece a las aplanadoras electorales como la misma ADN. La ideología que promociona el gobierno para la Constituyente es la del beneficio oligárquico, todo aderezado con el militarismo, rasgos dictatoriales y fascistoides.

El argumento de la seguridad se ha convertido en un pretexto para ejecutar lo peor del neoliberalismo y acabar con las conquistas sociales. La oligarquía en el poder le ha declarado la guerra a los derechos laborales, quiere eliminar la prohibición de la tercerización y el trabajo por horas, están en riesgo los décimos, la seguridad social, la salud y los grupos prioritarios. El noboísmo se opone a los derechos de la naturaleza e impulsa el extractivismo sin regla; le estorban los derechos del Sumak Kawsay, el derecho humano al agua; Oloncito, Kimsascoha, el Yasuní, son algunos ejemplos de la depredación del régimen. Al noboísmo le interesa ampliar aún más el hiperpresidencialismo, para que el resto de poderes del Estado se sometan a la “majestad presidencial”. Como digo en mi nuevo libro, Juicio Político y Muerte Cruzada (2025), es necesario crear un adecuado balance de poderes.

Noboa quiere desmontar la propiedad pública y social para privatizarla, es la forma en que las oligarquías también incrementan su capital, sobre todo en los recursos estratégicos; disminuyen los impuestos al 1% de los ricos y aumentan los impuestos al resto de la población. Para el régimen, solo las oligarquías y burguesías en el poder deberían tener garantías de sus derechos, ningún otro grupo ni clase social; no es capaz de aceptar que los pueblos indígenas tengan su propia justicia, que el desarrollo social se centre en los derechos humanos, la educación, la salud, los derechos de las mujeres, niños, adolescentes y adultos mayores. Así se entiende porque quieren disminuir la representación de los asambleístas provinciales, para manejar más fácilmente a un pequeño grupo; abrir bases militares extranjeras para cumplir los caprichos imperialistas; y quitar los recursos a las organizaciones electorales, para que solo las fuerzas millonarias puedan participar en elecciones.

El gobierno usa el clientelismo y la bono-tización para conseguir sus votos, un conductismo de estímulo respuesta, pero pasadas las elecciones viene la resaca. Una sociedad consciente debe decirle NO a la concentración del poder oligárquico. Diga NO cuando quiera decir NO.

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