Noboa: la concentración del poder

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Por Jaime Chuchuca Serrano

La concentración del poder económico y político en Daniel Noboa y su familia, todavía sin homogeneidad, ha reconstruido los sistemas institucionales del poder. Además de la presidencia, el noboísmo tiene mayoría en el Consejo de la Judicatura, CNE y TCE; incidencia en la mayoría de la Corte Constitucional y el CPCCS; por el hiperpresidencialismo de la Constitución, además tiene a su haber: la Procuraduría y dominio sobre Contraloría General de Estado, Fiscalía y otras. En las últimas votaciones internas de la Asamblea Nacional, ADN y su acuerdo con Pachakutik, PSC, Construye, movimientos locales e independientes, obtuvieron la mayoría del Consejo de Administración Legislativa (CAL), en la Presidencia ganó: Niels Olsen (ADN), en la Primera Vicepresidencia: Mishel Mancheno (ADN); en la Segunda Vicepresidencia: Carmen Tiupul (PK); como Primera Vocal: Sade Fritschi (ADN); Segundo Vocal: Samuel Celleri (PSC); Tercer Vocal: Mónica Salazar (ADN ex RC); Cuarto Vocal: Steven Ordóñez (independiente). Además de las comisiones. En esto, PK y PSC fueron claves para la conformación de la mayoría oficialista.

Aunque ADN y RC ingresaron con 66 asambleístas, cada organización, esta última se queda sin presencia en el CAL.  El riesgo de fragmentación merodea constantemente a las bancadas, empezando por la RC, que perdió desde un inicio a Mónica Salazar y se pasó a ADN. Aunque ADN gana espacio, con acuerdos debajo de la mesa, al igual que en la anterior legislatura, a corto plazo, los números no serán absolutos. La mayoría de ADN sigue siendo apretada, a instantes, con las justas ha llegado a los 76 votos (mayoría absoluta). Las mayorías móviles flotan en el ambiente legislativo y se prevé una legislatura problemática. La conformación de la mayoría de dos tercios, requerirá de acuerdos entre ADN y RC. El legislativo de la época de Noboa, tiene una semejanza con la de Lasso, porque requiere de alianzas para lograr la mayoría; pero también hay una diferencia, Lasso tenía una bancada de apenas 14 asambleístas, y ADN van incrementando su bancada con la “cotización” del voto.

PK se ha quedado una vez más en el discurso de ser de izquierda, y así como en el gobierno de Lasso, gracias a esta tienda electoral, el oficialismo de la derecha noboísta ha completado la mayoría. Aunque la dirección de PK, ha increpado a 6 de los 9 asambleístas, que votaron por el oficialismo, no los ha expulsado, de tal modo, que indirectamente asumen la decisión.  Por otra parte, la Asamblea Constituyente se queda en la verborrea del gobierno, porque ahora, con la débil mayoría del legislativo, el gobierno ya dice que es un objetivo extremo. La alternativa de las enmiendas o reformas parciales de la Constitución, igualmente, son un proceso con dificultades. Así como el primer año de gobierno de Noboa, estuvo marcado por el autoritarismo, actos dictatoriales y mecanismos fraudulentos, sin control alguno de las instituciones que tienen competencia para ello; la actual captación de poder, proyecta una continuidad.

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