Para salir de la recesión

Periódico Opción
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Por Jaime Chuchuca Serrano

Las políticas de la oligarquía ecuatoriana han fracasado. Los asesores económicos de los gobiernos de Lasso y Noboa juraban que sus medidas servirían para el crecimiento, pero en realidad los efectos son corrosivos y estamos en recesión. La doctrina económica de la austeridad solo genera injusticia social y crueldad.

La disminución de la línea promedio del PIB, ubicada en 100 mil millones de dólares, tiene su causa en fallas estructurales del modelo: las políticas enfocadas al saqueo de los recursos estatales y la disminución del déficit fiscal, antes que, en la producción y creación de empleo; esto incrementa la deuda, sube los impuestos e intereses al pueblo, encarece los combustibles y anula la inversión estatal; ponen en crisis el sector energético y quiebra las empresas. ¿Quién se beneficia de los resultados? Los fondos buitres y los acreedores que viven del desangramiento del país.

Sí estos son algunos de los factores recesivos, es lógico que lo contrario nos ayude a salir del descalabro coyuntural. Ecuador no necesitaría deuda externa, si no se perdonara cada dos años, miles de millones de dólares en impuestos a los grandes grupos económicos. Dado lo anterior, no habría déficit y no se necesitaría subir los impuestos e intereses al pueblo; al bajar estos últimos, aumenta el consumo, y se retroalimenta al crecimiento productivo. La producción y el empleo crecen con energía y combustibles baratos. Como dice Krugman, Premio Nobel, -y lo decía Keynes y algunos marxistas- la explosión del gasto estatal, donde el sector privado no lo hace, abona al aumento total del empleo. Estas políticas son fáciles de cumplir.

¿Qué es lo difícil? Las condiciones externas como la erosión del Río Coca que ha puesto en riesgo la producción eléctrica, de petróleo y gas; la falta de previsión y no construcción de hidroeléctricas y proyectos alternativos; la corrupción que cunde como una plaga; la esclavización laboral; la no reversión del cierre de fábricas y empresas por los tratados lesivos que golpean la industria, agricultura y pesca. Ecuador puede aprovechar el auge industrial de China y EEUU, y la disminución de los precios en materiales de infraestructura, para proyectos visionarios de transporte (trenes, metros), carreteras, energía, sistemas hídricos, vivienda, edificios. La inversión del Estado en programas para desempleados y pobres, estímulos para pequeños productores y campesinos, para familias que lo necesiten, aceleraría rápidamente el consumo y la producción. Estas políticas pueden sacar al país de la recesión, pero dudo que el gobierno de Noboa las aplique.

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