Por En Marcha*
Una nueva expresión del carácter antidemocrático del presidente Daniel Noboa es su reciente propuesta de reformar la Constitución, para suprimir los recursos económicos que financian las campañas electorales y la actividad de los partidos y movimientos políticos que cumplen con los requisitos establecidos en la ley electoral.
Cubierta de demagogia y mentiras como está la propuesta «suena bien». Dice que esos recursos podrían ser asignados a áreas como salud, educación o seguridad, y que su propuesta busca precautelar los recursos del Estado para que no sean aprovechados por «aquellos que ven en una candidatura política un negocio».
Su cinismo es desenfrenado. Noboa hace negocios personales y familiares desde la presidencia de la República y, ahora mismo, él se encuentra en franca campaña electoral con recursos del Estado. Él está en ese grupo de quienes hacen de la política un negocio.
No es cierto que al lying boy que habita en Carondelet le interesa la situación de la salud o la educación pública; si así fuera, destinaría el presupuesto que para esos sectores obliga la Constitución, pero él no lo cumple. ¿Quiere dinero? ¡Que declare la moratoria del pago de la deuda externa! Así habría recursos suficientes no solo para lo que dice, sino también para vivienda popular, para pagar la deuda que el Estado tiene con el IESS, para invertir en el campo, para obra pública que prácticamente es inexistente en el país, para proyectos urgentes en el sector eléctrico, para equipar a los cuerpos de bomberos, entre otros aspectos.
El fisco vive una crítica situación económica, sin embargo, Noboa perdonó millones de dólares a empresarios tramposos que no pagan impuestos al Estado, entre los que se encuentran su papito, el oligarca Álvaro Noboa Pontón.
El financiamiento de las campañas electorales y de los partidos y movimientos políticos por el Estado, se supone, busca aplicar el principio de la igualdad. Y decimos que se supone porque no se ha cumplido a cabalidad. Hay partidos políticos, como el propio partido del presidente, el Partido Socialcristiano o Revolución Ciudadana que hacen millonarias campañas electorales que no justifican adecuadamente el origen de esos recursos económicos. La presencia de dinero del narcotráfico ha sido denunciada, pero nunca investigado y menos sancionado por las instancias que deben hacerlo.
La propuesta de Noboa quiere beneficiar a esas candidaturas que tienen dinero más que suficiente. La propuesta también busca crear una cortina de humo, para distraer la atención del pueblo de temas trascendentes que develan la incapacidad gubernamental, como la crisis energética, el aumento de la pobreza o el incremento de la violencia delincuencial.
- Ediorial En Marcha , 24 de septiembre 2024