Por Jaime Chuchuca Serrano
Los organismos internacionales como el FMI y el BM dicen que la economía se desacelerará en 2023 y que el crecimiento será apenas de 1,7%, lo que anticiparía una recesión mundial. Las potencias y países emergentes se ven en un retroceso por la deuda interna y externa, y crecimiento de las tasas de interés, que impide el movimiento económico. Después de la etapa más crítica de la pandemia, la pobreza continúa; la educación, la salud y el empleo retrocedieron a niveles devastadores. En este sentido, el decrecimiento de EEUU, China y Europa se extenderá de 2023 a 2024. El crecimiento de América Latina en 2023 se reducirá de 3,6% al 1,7%.
La inflación de América Latina registró altos niveles, algunos países superaron sus máximos históricos. Los precios de los alimentos crecieron con gran rapidez. La desaceleración para 2023 proviene de las reglas impulsadas internacionalmente para controlar la inflación. China y EEUU consumirán menos, por lo que la demanda de Latinoamérica bajará. El incremento de las tasas de interés de EEUU ha restringido los créditos internos y externos. La inversión disminuirá a escala mundial. Se estima que Brasil y México crecerá entre 0,8 y 09%, Argentina el 2%; no obstante, a este último país le serán difícil las dinámicas económicas por la inflación. Ecuador probablemente crezca el 3,1 % y Colombia 1,3%. Las tensiones financieras internacionales afectarán indudablemente a la región.
La Guerra Rusia-Ucrania, que tiene atrás a EEUU, ha terminado siendo para este último un medio de control sobre Europa en armamento, recursos naturales y órdenes políticas. Rusia, por su parte, a pesar de las restricciones ha podido mantenerse a flote e incluso mejorar su economía fortaleciendo su moneda. El autoritarismo del Kremlin controla el mercado de trabajo y la militarización. La expansión de contagios de Covid 19 en China hace repensar a occidente que la pandemia aún no acaba. Las exportaciones e importaciones chinas han disminuido drásticamente, y su crisis inmobiliaria empieza a cobrar factura al resto del mundo. Las restricciones de EEUU sobre China impiden conseguir varios productos. En 2022, China creció 2,8, por de bajo de su proyección de 5,5%, a pesar de todo, el gigante asiático seguirá creciendo en 2023.