Por Giovanni Beluche V.
Es la pregunta que me hacen algunos amigos y amigas de diversos países, les contesto de manera puntual y resumida, con la certeza que muchos elementos quedarán por fuera:
1. Las grandes mayorías del pueblo panameño resienten los efectos del modelo de acumulación capitalista vigente, al menos desde la invasión de 1989. A este modelo le es inherente generar pobreza material, desigualdad social y violencia. Panamá se encuentra entre los países más desiguales del mundo.
2. En Panamá las clases media y baja pagan más impuestos que los ricos. A los trabajadores le deducen el impuesto de renta directamente del salario y pagan impuestos al consumo. Como correlato, los grandes empresarios gozan de exoneraciones fiscales y de la complicidad del gobierno para evadir y eludir impuestos.
3. Los cálculos de la evasión fiscal oscilan entre los 300 millones de dólares anuales (Dirección General de Tributación) y 1000 millones de dólares de acuerdo con algunos economistas. Lo anterior ha provocado un déficit fiscal por el orden de 6,400 millones de dólares en 2024, lo que equivale al 7.4% del PIB.
4. A lo anterior se suma que muchos empresarios se roban las cuotas del seguro social que le rebajan a sus trabajadores. En un artículo reciente del sociólogo Olmedo Beluche, menciona que según la Diputada Walkiria Chandler en 34 años la Caja de Seguro Social (CSS) dejó de percibir 9,000 millones de dólares en cuotas obrero – patronales que los empresarios se apropiaron.
5. El gobierno del presidente Mulino, igual que sus antecesores, es cómplice de todo este engranaje de corrupción que está desangrando las finanzas públicas. No adopta medidas contra la evasión fiscal y el no pago de las cuotas de seguro social. Por el contrario, una vez más el presidente y la Asamblea Legislativa, cargan la crisis fiscal sobre las espaldas de la clase trabajadora y los más pobres.
6. La recién aprobada Ley 462 que reforma a la CSS, es un premio a la impunidad de los empresarios evasores y castiga a los trabajadores, veamos:
• Rompe el sistema solidario que es la base de la seguridad social.
• Reduce las pensiones a condiciones miserables y humillantes.
• Entrega los recursos de la CSS como caja chica para que el sector financiero haga negocios.
• Crea un sistema de cuentas individuales cuyos fondos entrega al sector financiero privado.
• Pone en riesgo las jubilaciones futuras ante posibles malas inversiones del sector financiero (como pasó en Chile).
• Reduce los aportes del Estado a la seguridad social para pagar la deuda pública y sus
intereses.
• No contiene medidas para castigar a los evasores de impuestos y a los empresarios que se roban las cuotas del seguro social.
• De forma indirecta aumenta la edad de jubilación, con el nuevo sistema de cálculo, para acercarse a la edad de jubilación actual que es el 60% de los mejores salarios de los últimos 10 años hay que trabajar más. Por ejemplo, para retirarse a los 62 años de edad con el 67.5 del salario habría que empezar a trabajar a los 12 años y de forma continua.
• No propone nada para revertir la carencia de especialistas, medicinas y las enormes listas de espera de atención en la CSS.
• Priva al Estado panameño de millonarios fondos de la CSS que podrían invertirse en el desarrollo nacional.

7. Las organizaciones populares iniciaron manifestaciones desde que el proyecto de ley se discutía en la Asamblea Legislativa. La respuesta del gobierno ha sido una feroz represión, detención de manifestantes, privación de libertad, judicialización de la protesta social.
8. La República de Panamá está sumida en un régimen profundamente autoritario frente al descontento social. Pero, sumamente complaciente y sumiso ante las ordenanzas que le hace el gobierno de Donald Trump.
9. No hay dinero para medicinas en el seguro social, pero el presidente Mulino anuncia la compra de cuatro aviones de guerra, con un costo de 187 millones de dólares, en un país que dice no tener ejército.
10. En un contexto de amenazas del gobierno de Trump contra la soberanía de Panamá, debería imponerse la unidad nacional. Pero, el gobierno de Mulino le hace el favor a los Estados Unidos de dividir a los panameños mediante este tipo de medidas y a punta de garrotes, gas pimienta, perdigones y balas.
La lucha contra esta nefasta ley sigue y se une a la resistencia contra las intenciones del gobierno de reabrir la mina en Donoso, la falta de agua en muchas comunidades, la defensa de la soberanía nacional y otras tantas demandas insatisfechas que afectan a los sectores más humildes de la sociedad panameña.