Por Jaime Chuchuca Serrano
Aunque los procesos electorales teóricamente deberían profundizar el debate ciudadano sobre la realidad del país, más bien tienden a tocar aspectos superficiales, propagandísticos, evadiendo los problemas estructurales. Los candidatos presidenciales prefieren no hablar del poder detrás del poder: los factores económico-políticos que permiten la acumulación del capital, el acaparamiento de las riquezas en familias oligárquicas y burguesas; así como la conservación del sometimiento de los recursos naturales para las potencias.
La tierra y el agua como principales recursos naturales han sido disputados desde la conquista; la independencia los repartió entre blancos y criollos; las haciendas y plantaciones se modernizaron, muchas se fraccionaron con las reformas, otras se mantuvieron en las mismas familias. El Estado ha concedido los recursos naturales como los hidrocarburos y minerales a empresas extranjeras; la producción estatal petrolera entra como materia prima en la exportación, pero se gasta más dinero en importar combustibles. La globalización comercial continúa matando la escasa industria. Las fronteras agrícolas, petroleras y mineras se expanden sin respeto sobre la naturaleza, los páramos, fuentes de agua, manglares y la selva, como el Yasuní.
La estrategia neoliberal y los acuerdos con el FMI siempre empiezan por decir que hay crisis o quiebras en las empresas estatales, para después venderlas en barata o desmantelarlas para beneficiar al sector privado: correos, aerolíneas, hidroeléctricas, telefónicas, internet, bancos, agua potable. El problema central del seguro social es que los gobiernos de turno se llevan su dinero y ahora se quiere desmantelarlo. Los economistas neoliberales ecuatorianos gritaron por décadas que si crecían las Reservas Internacionales (RI) crecería la Inversión Extranjera Directa (IED), esto fue puro fundamentalismo ideológico: las reservas internacionales superaron los 9 mil millones de dólares, pero se tiene la IED más baja de dos décadas, apenas 17,2 millones en 6 meses de 2023. La Deuda Externa supera los 48 mil millones, la Deuda Interna los 26 mil millones de dólares; la Deuda Pública Agregada más otros pasivos y obligaciones rebasan los 79 mil millones de dólares. No obstante, las utilidades de la banca privada han mejorado sustancialmente entre 2021 y 2022, el Banco Pichincha de 93 a 137 millones, el Banco Guayaquil de 58 a 95 millones. Mientras la pobreza supera el 17% urbano y el 44% rural; 1 de cada 4 ecuatorianos duerme sin comer.
Por experiencia sabemos que el neoliberalismo no funciona, hace falta un modelo que defienda la soberanía y el sistema de los derechos humanos.