Por Jaime Chuchuca Serrano
La energía humana y natural mueve todas fases de la economía. Varios autores como Pigou, Keynes, Samuelson, sin ser socialistas y más bien de origen liberal, pensaron que el Estado podría promover oportunidades para la producción y el consumo con distribuciones estatales del capital. Desde mediados del siglo XX, en Latinoamérica y Ecuador tomaron importancia los subsidios para los combustibles y otras áreas sensibles, para proteger a la población de los vaivenes de los precios del petróleo y sus derivados; que generalmente dependen de las manos visibles de los carteles y no de las invisibles.
Para los países subdesarrollados se ideó un tipo de neoliberalismo que satisfagan los intereses de las oligarquías y disminuyan la presencia del Estado. El Ecuador dolarizado no es competitivo en la región con los países que pueden devaluar sus monedas, por lo que venía trabajando con el subsidio universal a los combustibles. Las oligarquías transnacionales de los derivados ven que la producción nacional y los subsidios crean competencia a sus empresas, por lo que han presionado a los gobiernos títeres a través del FMI y otras rutas para su aniquilamiento.
El gobierno de Noboa ha creado un sinnúmero de relatos mediáticos para la eliminación de los subsidios, como la inseguridad, el contrabando, el narcotráfico, el déficit fiscal, pero al mismo tiempo, la creación de supuestos bonos, (que también son subsidios), sin planificación, ni respaldo financiero. El Decreto 126 no solo elimina el subsidio al Diésel, sino que sube su precio: según los trabajadores de las refinerías el subsidio al Diésel en 2024 llegó a 113 millones y no a 1100 millones de dólares como dice el gobierno. Lo peor de todo, los nuevos supuestos bonos y dádivas ofrecidas por Noboa para algunos grupos superan la misma cifra gubernamental.
El Diésel subió de 1,80 a 2,80 USD, esto es el 55,5%, sin embargo, el gobierno prevé el incremento del salario para el 2026 de apenas 2%, similar a 2025. Algunas proyecciones muestran que la canasta básica podría llegar a pasar de 813 a más de 950 dólares en los próximos meses (OT). Las movilizaciones y paralizaciones se despliegan en el país, con mayor fuerza en Cotopaxi e Imbabura, provincias a las que llegaron los contingentes militares del Presidente y Vicepresidenta.
En medio de la represión a las protestas, el régimen de Noboa atemorizó a la Corte Constitucional, la que terminó dando paso a la Consulta Popular para convocar a una Asamblea Constituyente autoritaria, con un Estatuto Electoral con 80 asambleístas (24 nacionales, 6 del exterior y 50 provinciales) y bajo la Ley de Hondt, en la que pueden ganar únicamente las maquinarias electorales como ADN y RC. El proyecto noboísta es el de extirpar los derechos de la Constitución del 2008 y concentrar aún más el poder en el ejecutivo y las oligarquías.