Por Jaime Chuchuca Serrano
Aunque a través de los cambios normativos se han intentado crear condiciones para la participación equitativa de los candidatos, falta un mayor trabajo de fondo. Sin embargo, la realidad es que, en las campañas electorales, como la que acaba de pasar, representa la desigualdad existente en la misma sociedad. Hay candidatos millonarios, pero ninguno iguala el poder político y económico de Daniel Noboa. El candidato presidente dictador es el primero en el gasto electoral de la campaña (por ejemplo, entre el 6 de noviembre y el 3 de febrero, la figura de Noboa gastó 441 300 dólares, en tres cuentas oficiales de Meta: Facebook e Instagram, sin contar Tik Tok y otras). Sobre todo, Noboa ha utilizado el poder del Estado en la campaña, funcionarios, instituciones, así como ha realizado ofrecimientos e intervenciones sociales para cambiar las tendencias electorales. Además, al no pedir licencia, Noboa rompió numerosas veces la Constitución y ha creado un caos jurídico.
En plena campaña, Noboa desplegó un plan de contratación de 80 000 personas con el pago de 400 dólares para tres meses. Previamente, decretó reducir las planillas eléctricas de noviembre a febrero. El gobierno, MIES y varios candidatos de ADN entregaron parte de las 80 000 cocinas de inducción, y solo hay dos denuncias en el CNE, y ni siquiera hay un proceso abierto en contra del gobierno y del MIES. El presidente candidato, ofreció entregar 470 dólares durante tres meses a los más de 31 mil deportados de EEUU. Noboa ha participado directamente en la inauguración de obras y puestas de primeras piedras. A cuatro días de las elecciones, Noboa anunció una nueva reforma parcial de la Constitución, sobre la eliminación de la prisión preventiva en ciertos delitos. El presidente entregó 2 millones de dólares a los vicariatos. Siguiendo el ejemplo de Trump, a Noboa se le ocurrió anunciar un incremento del 27% en los aranceles a México, en un intento de vincularlo con el asalto armado a la Embajada de México. Sin embargo, la estrategia le salió por la culata y terminó siendo objeto de burlas internacionales. El gobierno también anunció un Acuerdo Comercial con Canadá.
Los organismos de control y justicia, como el CNE y TCE, en lugar de controlar al régimen, han pasado en silencio. En estas circunstancias, el resto de binomios presidenciales han enfrentado una lucha desigual; algunos han recibido ayuda de regímenes seccionales, pero que ni de lejos se compara con la fuerza y recursos del gobierno central. El CNE ha anunciado que 20% de las personas seleccionadas para las juntas receptoras del voto han sido seleccionados entre funcionarios públicos y de empresas privadas, lo cual genera sospechas de relación directa con ADN y sus candidatos. Ninguna institución de justicia, ni de control, ha procesado el Centro de Conteo Paralelo que fue denunciada en 2023 por el mismo Enrique Pita, consejero del CNE, y confirmada por el General Alexander Levoyer en abril de 2024, que dicho centro está en manos del propio ejército; un Centro de Conteo Paralelo que viola toda normativa existente. Ahora que Trump y Musk han sacado a la luz pública los pagos de la USAID y su trabajo con la CIA, medios de comunicación, ONGs y otras organizaciones de todo el mundo para desestabilizar a países, cambiar tendencias electorales, y operar judicialmente, no es raro que estos organismos ecuatorianos continúen el acostumbrado plan.