Por: Sandra Peñaherrera
A propósito del Carnaval
Nadie mejor que Manuel Machado, poeta español; para descifrar el sentido de la copla a través de su poema dedicado a esta composición poética de cuatro versos y con rima asonante.
La Copla
Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.
Tal es la gloria, Guillén,
de los que escriben cantares:
oír decir a la gente
que no los ha escrito nadie.
Procura tú que tus coplas
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.
Que, al fundir el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad.
Cuando escuchamos cantar una copla, nos adentramos a un mundo imaginario conducidos por la voz, de una costumbre ancestral, popular, llena de encanto y tradición, escuchar una copla es sentir la felicidad transmitida por quien la interpreta a pesar de que el mensaje no siempre sea de felicidad.
“Si quieres los padres vivos, no debes hacer sufrir, en días del carnaval, como amor de padre y madre, no se puede conseguir, en días de carnaval, cuando son adolescentes, casi no sienten tristezas, en días de carnaval, los padres sufren y buscan, lo que tienen en la mesa, en días del carnaval, una madre siempre quiere, una madre no hace mal, en días de carnaval, a todos sus hijos quiere, y su amor es inmortal, en días de carnaval, como te quiero madre querida, porque sufriendo me has dado la vida.”, Manuel Verdesoto y Ricardo González nos invitan a reflexionar a través de rimas y de su canto a viva voz.
Mariela Condo y Álex Álvear al son de la guitarra y la chagcha, cantan sus coplas jocosas contando historias de vida: “En esta esquina, baila payaso, sale wambrita, dale un abrazo, morenito soy, blanquito nací, rondando tu esquina, la color perdí, ay de mí, ay de vos, en una cárcel los dos, comidos solo comidos, pero juntitos los dos, esto que te digo, te digo no más, a ver si me quieres, un poquito más, alaja compadre, alaja comadre….”
¿Y para quiénes se preguntan si la copla es solo jocosa y divertida?
Pues no, la copla expresa además un arte de resistencia, la argentina Mariana Carrizo ha hecho de sus coplas su forma de resistir en un mundo marcado por el machismo, en donde ser Mujer es sinónimo de resistencia y en donde la voz de las mujeres no es tomada en cuenta, como ella dice “las coplas son las vísceras, la sangre, el tuétano, cuando uno se pone a cantar simplemente sale lo que sale, porque es la expresión espontánea de una memoria colectiva ancestral”, así la miramos y escuchamos en las tarimas en donde ella con su caja canta y la gente enmudece con su potente voz con sus coplas populares:
“Todos los días me paso como garza en la laguna, con el pescuezo estirado sin esperanza ninguna, al gobierno que tenemos yo lo estoy aborreciendo, de ver mis tierras queridas que ha toditas la están vendiendo, más antes prefiero el vino que al gobierno que nos ejerce, el vino me da alegría el gobierno penares ofrece, que haremos los calchaquíes con esas minas trabajando, las vertientes están secando y a los vivientes matando, la pucha con don gobierno que no deja de embromar, si le falta pa’cigarro otro impuesto ha ‘i decretar, ya me voy a despedir con este dolor que llevo, volveré si es que resisto los maltratos de mi gobierno”.
Y de esta forma convierte a la copla en una lucha viva por la libertad: “Una copla verde canto, pañuelo de libertad, toda la fuerza y la lucha, para el aborto legal, pañuelo verde, pájaro libertario de las mujeres”.
Cuando participemos en los festivales y escuchemos una copla cantar, sabremos entonces que las coplas son del pueblo, historias vivas, expresiones de cultura popular, son materia viva y son una expresión cotidiana de un entorno colectivo que perdurará en el tiempo como una forma de manifestación.
Ya se me está haciendo tarde
Y me voy a despedir
A seguir escribiendo
Para poderles compartir
Hasta pronto queridos amigos
Ya me tengo que ir
Con alegrías y tristezas
Y muchos más sueños por cumplir