Por Oswaldo Báez Tobar
Humboldt y su visión de la región tropical y andina de Sudamérica
Al cumplirse 250 años del natalicio de Alexander von Humbolt el gobierno de Alemania declaró el 2019: “Año Humboldt” con el propósito de recordar su magna obra, mantener vivo su legado para las ciencias naturales y la influencia de estas en las ciencias sociales. El presidente de Alemania Frank-Walter Steinmeier inauguró oficialmente el “Año Humboldt” en Quito el 13 de febrero pasado.
Instituciones científicas y educativas de todo el mundo han programado conferencias, encuentros de científicos, seminarios, simposios, exposiciones y otros eventos, con el objetivo de mantener viva la memoria de Humboldt y destacar la vigencia de su pensamiento.
La página de Ciencia del periódico Opción se suma a la celebración del “Año Humboldt” como lo están haciendo los medios de comunicación de muchos países. Con el presente trabajo Opción tributa un homenaje a la memoria del ilustre científico y humanista.
Breve perfil
Alexander von Humboldt (1769-1859) es uno de los máximos representantes del Siglo de las Luces en el campo científico. Cursó estudios superiores en las universidades de Berlín, Gotinga, Hamburgo y en la Escuela de Minas de Freiberg, Alemania. Estudió matemáticas, botánica, zoología, anatomía comparada, geografía, geología, vulcanología, minería, lenguas e historia de la cultura. Los primeros 30 años los dedicó a su preparación científica y al entrenamiento expedicionario. Luego empezó a planificar la expedición a tierras equinocciales de América que lo realizó entre 1799 y 1804. Conjuntamente con el médico y botánico francés Aimé Bonpland visitó la región tropical y andina de las actuales repúblicas de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, además de México, Cuba y Estados Unidos.
A su retorno a Europa dedicó 50 años al estudio de las colecciones botánicas, zoológicas y mineralógicas, a la interpretación de los datos obtenidos en su largo viaje de estudio, así como a la redacción y publicación de sus obras. “Mi verdadera y única finalidad es investigar cómo se entretejen todas las fuerzas naturales, la influencia de la naturaleza muerta sobre el mundo vivo animal y vegetal” expresó Humboldt. (Mayer-Abich, 1985).
Los conocimientos científicas de Humboldt fueron los más avanzados de su época; a eso se sumó el dominio del método y técnicas de investigación científica, pues sostuvo que no puede haber conocimiento científico sin demostración verificable. Estudió la geografía y geología de la región tropandina, así como a las plantas y animales en relación con las condiciones ambientales; observó y describió a las personas en su contexto social, económico, político e histórico.
Expedición a la región Neotropical y conocimiento de los Andes
La expedición comprendió tres períodos: la exploración del Orinoco; el viaje a la región tropical y andina; el viaje a México y Filadelfia, Estados Unidos. Desde Cumaná, en el oriente venezolano, partió a la exploración al Orinoco, donde descubrió la selva tropical y los llanos, navegó por los ríos Apure, Atabapo, Orinoco, Casiquiare y Negro (este último en la desemboca en el Amazonas) y descubrió la relación entre las dos grandes cuencas hidrográficas.
La expedición andina la inició en Cartagena, navegó por el río Magdalena hacia el sur, llegó a Bogotá para reunirse con el botánico José Celestino Mutis, con quien compartió descubrimientos de las expediciones botánicas en las tierras de Nueva Granada. Ascendió a la cordillera oriental cruzando el páramo del Quindío para luego descender al valle del río Cauca. Continuó el viaje hacia el sur, por caminos montañosos y páramos, hasta Pasto, ciudad cercana a la frontera con Ecuador, para luego seguir por al valle de Ibarra hasta llegar a Quito. Humboldt se estableció en Quito para planificar sus estudios botánicos y vulcanológicos: ascendió al Pichincha, Chimborazo, Antisana, Cotopaxi, Tungurahua e Illiniza; fue huésped de Juan Pío Montúfar, hombre ilustrado y prócer de la independencia, quien le ofreció sus residencias de Quito y el valle de Los Chillos y le dio facilidades logísticas para sus expediciones científicas. El punto culminante fue el ascenso al Chimborazo, acompañado de Aimé Bonpland y Carlos Montúfar, en él contemplo la “serena grandeza y majestuosidad que caracterizan a los paisajes de los trópicos” -en expresión de Humboldt-.
Continuó su expedición hacia el sur del macizo andino cruzando por los valles interandinos y por gélidos páramos hasta Riobamba, Cuenca y Loja para descender al Marañón y luego dirigirse a Cajamarca; descendió por el río Tigre hasta el río Marañón y llegar a Cajamarca, Perú. Visitó las ruinas del imperio incaico y recorrió el Camino del Inca; llegó a Trujillo y Lima; de desde el puerto de El Callao zarpó hacia Guayaquil desde donde emprendió excursiones a las selvas tropicales de Babahoyo. De Guayaquil navegó a México, ingresó por Acapulco, México, y recorrió de oeste a este el país azteca hasta el puerto de Veracruz, trazó el mapa altimétrico del Pacífico al Atlántico. En la ciudad de México participó de la vida científica en el Colegio de Minería, luego viajaría a Cuba y a Filadelfia antes de retornar a Europa. Humboldt trazó el mapa altimétrico del Pacífico al Atlántico; así concluyó su histórica expedición que le permitió “redescubrir” América tropical para las ciencias naturales.
Contribuciones a la botánica, fitogeografía y ecología
Los aportes a la botánica morfológica y botánica sistemática de Alexander von Humboldt, Aimé Bonpland y Carl Sigismund Kunth fueron muy importantes para la ciencia, pues describieron y catalogaron 4.000 especies nuevas de plantas, cuando apenas se conocían 10.000 especies en todo el mundo.
La contribución científica mayor está en la geografía de las plantas o fitogeografía. En el Ensayo sobre la geografía de la plantas (terminado en Guayaquil en 1803), Humboldt resume las más innovadoras concepciones de la geología, historia de las plantas, taxonomía, ecología, distribución de las plantas y el transformismo. (Zúñiga, 1964).
El concepto de Humboldt sobre la geografía de las plantas que incluye distribución, ecología y biodiversidad es en verdad innovador en la ciencia; está contenido en sus dos principales publicaciones: Ideas para la Geografía de las Plantas (1807) que contiene 17 formas de vida, es decir adaptaciones ecológicas de las plantas, además de la descripción de las relaciones entre el clima, la elevación y distribución de las plantas en los trópicos que está plasmada en su magnífico Cuadro de la Naturaleza con el Cotopaxi y Chimborazo; y en: La distribución de las plantas en relación al clima y a la elevación (1817), contiene un análisis de la distribución mundial de la riqueza de especies basada en las familias de las plantas. Esta contribución científica puede ser considerada como el primer análisis sobre la biodiversidad y la comparación de los cinturones altitudinales de vegetación desde el ecuador hasta los polos, donde correlaciona la temperatura y los cambios latitudinales y altitudinales en la vegetación: “la Ley Humboldt”. (Romoleroux, 2010).
Es, por lo mismo, una síntesis de conceptos y principios de varias ciencias naturales para explicar la regularidad en la distribución de las plantas y las formaciones vegetales. “La geografía de las plantas hizo visible los variados mosaicos paisajísticos y su interrelación funcional y propuso la idea de la unidad dinámica y variada de la naturaleza” (Castrillón, 2001).
La base conceptual precursora de la ecología es otra de las contribuciones de Humboldt; está contenida en el entendimiento humboldtiano de “las interrelaciones entre los organismos entre sí y con su entorno animado e inanimado”. En esta concepción se halla el núcleo de la ecología. Humboldt se propuso “reunir datos para ampliar una ciencia que apenas está en esbozo y falta definición, que en ocasiones es llamada Física del mundo, Teoría de la Tierra, Geografía física” (Holl, 2001). Las investigaciones en los Andes tropicales constituyeron la base para la conceptualización de la ciencia ecológica, por lo que se considera a la región tropandina el “lugar de nacimiento de la ecología”, a la vez que a Humboldt el “padre de la ecología holística” (Sarmiento, F. 1997). Empero la denominación de ecología la dio Ernest Haeckel en 1866.
El paisaje -como término científico- fue también introducido a principios del siglo XIX por Humboldt, quien lo definió como la totalidad de características de una región de la Tierra que abarca la fisiografía, geología y geomorfología regional. (Naveh&Lieberman, 1990). De la conjunción de la ecología y el paisaje surgió la Ecología del Paisaje, que es la descripción de un área geográfica a base de los factores que lo generan: suelo, latitud y altitud, el clima y sus elementos: temperatura, pluviosidad, heliofanía, vientos, humedad ambiental, y la descripción de la cubierta vegetal como el reflejo de su ecología. Bajo el concepto de paisaje, la naturaleza es concebida como un mosaico de unidades definibles: el paisaje ecológico (cuya definición global fue desarrollada en por el geógrafo y botánico alemán Carl Troll en 1938).
Humboldt consideró al paisaje como un espacio de interrelación dentro de la naturaleza y también entre el ser humano y la naturaleza. Así prefiguró una visión integradora y globalizante, que casi dos siglos después se concretó en la macroecología, disciplina que surgió de la necesidad de aprehender la realidad regional y global del mundo viviente. La macroecología tiene la virtud de ampliar la visión más allá del ecosistema, del paisaje, de la ecorregión… para abarcar escalas superiores. La macroecología es una nueva manera de estudiar las relaciones entre los organismos y su ambiente; esto implica caracterizar y explicar los patrones estadísticos de abundancia, distribución y diversidad, para lo cual se trabaja a escalas espaciales y temporales grandes, según James Brown (2003). Los trabajos de Humboldt contiene un enfoque macroecológico en el estudio de la naturaleza viviente, que se ha perfeccionado en las últimas décadas con tecnologías satelitales e informáticas.
Unidad de la ciencia en el pensamiento de Humboldt
Humboldt fue formado en la observación y experimentación científica de alta exigencia, hondura y rigurosidad. Hombre sabio con sensibilidad para lo natural y lo humano logró conocer distintas ramas de la ciencia y con ellas interpretar la naturaleza en forma global, en unidad y armonía, en la diversidad de los seres y fenómenos que lo constituyen. Esta es la clave para entender el pensamiento humboldtiano: la unidad de la naturaleza expresada en la unidad y totalidad de la ciencia. Humboldt buscó la comprensión integral de la Tierra como un todo orgánico: como un cosmos. Así, la visión y comprensión integral de la ciencia alcanzó con Humboldt su apogeo y su culminación histórica.
Afirmó Humboldt: “Sé muy bien que no estoy a la altura de mi gran obra sobre la naturaleza. Esta empresa es un poco grande para un particular, pero no es deshonra sucumbir ante un gran proyecto. El ser humano debe querer lo grande y bueno”.
Humboldt contribuyó de manera significativa a levantar la carga de inmutabilidad que gravitaba en la concepción de la naturaleza, con lo cual promovió la concepción de la dinamia y diversidad de la naturaleza y el paisaje. Con la geografía de las plantas presentó una evidencia de los mosaicos paisajísticos y la unidad dinámica de la naturaleza en el marco de una visión histórica.
La naturaleza emergió en la concepción humboldtiana como un paisaje histórico y dinámico. Este enfoque tuvo efecto trascendente en la comprensión de los seres vivos y su capacidad de transformación, concepto subyacente en las ideas evolucionistas que empezaron a surgir a principios del siglo XIX con Lamarck y que culminaron en la Teoría de la Evolución de Darwin y Wallace. La pintura del paisaje facilita “la contemplación de las plantas en los diferentes espacios de la tierra”. El paisaje andino fue el lugar donde comprobó la convergencia de la altura, los fenómenos naturales, el trópico, la nieve y plantas de todos los pisos vegetales con lo cual pudo sintetizar el panorama totalizador el mundo. (Los magníficos cuadros de la cordillera andina, el Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi, Pichincha… que pintaron los artistas con la dirección de Humboldt son la representación del paisaje ecológico y estético, fusión de naturaleza y arte). Cfr. Samaniego, F. (2001). Al sintetizar la dimensión estética con el conocimiento e interpretación de la naturaleza Humboldt añadió un elemento espiritual en la visión integral del mundo, eso fue posible gracias al dominio de las ciencias de la naturaleza, pero también a la filosofía y al arte.
Breve visión de las principales obras científicas
Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente. Obra en 35 volúmenes, publicados en París entre 1805-1834. Incluye varias obras subordinadas, entre ellas: Ensayo sobre la geografía de las plantas, acompañado de una tabla física de las regiones equinocciales (1807), y Nova génera de especies de plantas, que contiene la descripción de más de 4000 especies de plantas, realizada por Humboldt, Bonpland y Kunth. Plantes Équinoxiales, en dos tomos, describe por primera vez varias plantas americanas, entre ellas la cinchona o quina.
Ensayo sobre la geografía de las plantas. Resume innovadoras concepciones sobre la distribución de las plantas en relación con las condiciones geográficas; esta obra dio origen a la fitogeografía actual.
Observaciones Zoológicas y Anatomía Comparada, París, 1799-1803.
Contiene una descripción del mundo físico observado y estudiado durante 50 años; representa la síntesis filosófica de todos los conocimientos de su tiempo; intenta explicar la unidad esencial de todos los fenómenos naturales y las leyes que los rigen.
Cuadros de la Naturaleza. En esta obra Humboldt ofrece una concepción integral de la ciencia geográfica; trata de descubrir el orden existente en las apariencias caóticas de la naturaleza y sus conexiones entre los fenómenos distantes, pero que obedecen a una misma causa. En esta obra Humboldt “enfatiza en el goce que embarga al viajero cuando mira, con ojos admirativos los grandes paisajes de las cordilleras americanas, sus selvas, sus ríos y los restos de las civilizaciones antiguas, sin que por ello se deje llevar por construcciones ideales basadas en la especulación”. Concluye Bernardo Giner en la traducción de Cuadros de la Naturaleza, Catarata Libros, 2003).
Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente. Obra en 35 volúmenes, publicados en París entre 1805-1834. Incluye varias obras subordinadas, entre ellas: Ensayo sobre la geografía de las plantas, acompañado de una tabla física de las regiones equinocciales (1807), y Nova génera de especies de plantas, que contiene la descripción de más de 4000 especies de plantas, realizada por Humboldt, Bonpland y Kunth. Plantes Équinoxiales, en dos tomos, describe por primera vez varias plantas americanas, entre ellas la cinchona o quina.
Ensayo sobre la geografía de las plantas. Resume innovadoras concepciones sobre la distribución de las plantas en relación con las condiciones geográficas; esta obra dio origen a la fitogeografía actual.
Observaciones Zoológicas y Anatomía Comparada, París, 1799-1803.
Contiene una descripción del mundo físico observado y estudiado durante 50 años; representa la síntesis filosófica de todos los conocimientos de su tiempo; intenta explicar la unidad esencial de todos los fenómenos naturales y las leyes que los rigen.
Cuadros de la Naturaleza. En esta obra Humboldt ofrece una concepción integral de la ciencia geográfica; trata de descubrir el orden existente en las apariencias caóticas de la naturaleza y sus conexiones entre los fenómenos distantes, pero que obedecen a una misma causa. En esta obra Humboldt “enfatiza en el goce que embarga al viajero cuando mira, con ojos admirativos los grandes paisajes de las cordilleras americanas, sus selvas, sus ríos y los restos de las civilizaciones antiguas, sin que por ello se deje llevar por construcciones ideales basadas en la especulación”. Concluye Bernardo Giner en la traducción de Cuadros de la Naturaleza, Catarata Libros, 2003).
Bibliografía
Brown, J. 2003. Macroecología. México, Fondo de Cultura Económica.
Castrillón, A. 2001. Humboldt: los viajes, las naturalezas y las ciencias. En: El regreso de Humboldt. Exposición en el Museo de la Ciudad de Quito, junio-agosto 2001.
Holl, F. 2001. El regreso de de Humboldt: Alexander von Humboldt en Colombia y Ecuador. En: El regreso de Humboldt. Exposición en el Museo de la Ciudad de Quito, junio-agosto 2001.
Meyer-Abich, A. 1985. Humboldt. Barcelona, Salvat Editores, S. A.
Meyer-Abich, A. 1985. Humboldt. Barcelona, Salvat Editores, S. A.
Naveh, Z., Lieberman, A. 1990. Landscape Ecology: Teoría y Aplicación. New York, Spriger-Verlag.
Romoleroux, K. 2010. El impacto de Humboldt en la Botánica y Fitogeografía del Ecuador. Revista Ecuatoriana de Medicina y Ciencias Biológicas Volumen XXXI Números 1 y 2. Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Quito.
Samaniego, F. 2001. Humboldt y el paisaje cósmico de los Andes. En: El regreso de Humboldt. Exposición en el Museo de la Ciudad de Quito, junio-agosto 2001.
Sarmiento, F. 1997. The mounatins of Ecuador as a birth space of ecology and endangered landscape. Environmental Conservation 24 (1): 3-4.
Zúñiga, N. 1964. Humboldt y la Geografía de las Plantas. Quito, Talleres Gráficos Nacionales.
Naveh, Z., Lieberman, A. 1990. Landscape Ecology: Teoría y Aplicación. New York, Spriger-Verlag.
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Samaniego, F. 2001. Humboldt y el paisaje cósmico de los Andes. En: El regreso de Humboldt. Exposición en el Museo de la Ciudad de Quito, junio-agosto 2001.
Sarmiento, F. 1997. The mounatins of Ecuador as a birth space of ecology and endangered landscape. Environmental Conservation 24 (1): 3-4.
Zúñiga, N. 1964. Humboldt y la Geografía de las Plantas. Quito, Talleres Gráficos Nacionales.