Por Isabel Vargas Torres
Mediante dictamen Nro. 1-23-DJ/23 la Corte Constitucional admitió el pedido de juicio político contra el Presidente de la República, por el delito de peculado. En respuesta, de manera descarada e inverosímil, en cadena nacional Lasso dijo: “sentirse indignado porque quieren asesinar su reputación…”
Un día después de la victimización, el 31 de marzo, fue asesinado con señales de tortura, Rubén Cherres, hombre de confianza de Danilo Carrera, (cuñado de Lasso) operador de la venta de altos cargos en empresas públicas, nexo del gobierno con la mafia albanesa, cuyas versiones se tornaban fundamentales para la investigación del caso “Encuentro” que busca descifrar la estructura de corrupción del régimen. ¿Casualidad?
Mientras el Presidente se revuelca por su reputación, hasta el 20 de marzo, se registraron 1356 muertes violentas, cifra superior en 66% a la registrada en 2022, que fue el año más violento en la historia del Ecuador.
A Lasso no le indigna la deserción escolar de 195.000 niños, niñas y adolescentes, que desde el inicio de su gobierno no asisten a las escuelas por las condiciones de pobreza y extrema pobreza principalmente. El descaro e indolencia del gobierno es tan alto, que sostiene como Ministra a María Brown, que ha incumplido la Ley y su obligación de elaborar y aplicar un subsistema para combatir la violencia en el ámbito escolar, lo que que la convierte en responsable de los actos de violencia sexual, las amenazas de ´vacunas y el reclutamiento de estudiantes al narco.
Lasso es indolente frente a los centenares de familias que se quedaron sin casa producto del deslizamiento en Alausí y el terremoto en el litoral y sobre el cual se devela la inoperancia de su gobierno que no tiene una política de gestión de riesgos, que a pesar de recibir alertas sobre el estado de vías y de la infraestructura de las instituciones, en los lugares donde ocurrieron los desastres no hizo nada por su mantenimiento.
A Lasso, como buen banquero, le importa “su imagen”, que se mantenga limpia frente a sus amigos del Fondo Monetario Internacional, porque cumple fielmente el pago de la deuda externa, le importa sus intereses plutocráticos que se refrendan con la emisión del Decreto 695 que elimina la vigilancia de la Contraloría General del Estado sobre la banca.
En cambio a nosotros, a los más de 200 mil maestros, que educamos a más de 4 millones de niños, niñas y adolescentes, que vivimos el agudizamiento de la violencia, que miramos los nexos del gobierno con el narco y las mafias, que conocemos en carne propia la desatención del gobierno a educación, salud y generación de empleo, nos indigna tener un gobierno corrupto, neoliberal y antipopular como el de Lasso y tener como ministra a una indolente e inoperante como María Brown.
Estamos cansados y decimos BASTA, hacemos un llamado a la Asamblea Nacional a cumplir su rol fiscalizador en el juicio político a Guillermo Lasso y a respaldar el pedido del Magisterio Nacional de enjuiciar políticamente a la Ministra de Educación. Demandamos de ustedes un proceder transparente y coherente con los intereses del pueblo, nos declaramos en movilización y vigilancia.
Fuera Lasso, fuera Brown.