Por Patricio Camacho Z.
En el mes de septiembre se vienen los apagones en Ecuador, es una situación grave para la economía del país y puede afectar la candidatura de Daniel Noboa directamente, ya que la ciudadanía vería incapacidad del gobierno, ya que el 80% de la energía que consume el Ecuador procede de fuentes que son afectadas por el estiaje periódico y que son predecibles.
El gobierno, lejos de proponer alternativas, está buscando, como siempre, sacar el máximo provecho para sus negocios familiares y de sus amigos; así Noboa mira una oportunidad de acelerar el proceso privatizador en Ecuador. Por ello se adelanta en señalar que “requerirá no solo de inversión pública sino de la empresa privada”. La Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec), ya ha anunciado que buscará alianzas “publico privadas”, para promover la construcción de nueva generación.
Y aquí viene el paquete, “el Ecuador requiere construir 37 centrales eléctricas hasta 2032 si no quiere tener apagones”; según se desprende del nuevo Plan Maestro de Electricidad 2023-2032 publicado en agosto de 2024, se señala se deberá instalar 7.404 megavatios nuevos, lo que implicará prácticamente duplicar el actual parque eléctrico, que ahora suma 8.247 megavatios a través de 327 centrales. El documento, que se remonta al 2018, es una proyección de una década que marca lo que el país tendrá que hacer para cubrir su demanda de electricidad de este y los próximos años.
El ambicioso plan demandará de una inversión de USD 10.446,5 millones, equivalente a casi el 9% del Producto Interno de Ecuador (PIB). Solo en 2024 la inversión requerida es de USD 664 millones; recordemos que el Ministerio de Energía tiene un presupuesto de solo USD 110 millones en 2024. Por ello cabe señalar que el tema de subsidios vuelve a la palestra y las reformas que dejó encaminando el gobierno de Guillermo Lasso, sobre tarifas, generación distribución y comercialización de energía eléctrica.
Hace un tiempo recorrimos el embalse de Peñol-Guatapé, que es uno de los mayores productores de energía hidroeléctrica de Colombia, que genera el 10% de la energía del país cafetero; de allí procedía la energía que nos venden a 0.42 centavos el kW hora, ya que nos están vendiendo la energía que producen por termo energía. Cabe destacar que la energía que importa el país, se la compra a estos valores y se la vende a un irrisorio de 0.05 centavos, a sectores petroleros, mineros y de pesca a decir de Jorge Hidalgo, un reconocido técnico del país.
Por lo tanto, habría que cobrar un lucro cesante a estos sectores y venderles la energía a precios reales; el valor del subsidio bajaría considerablemente y con estos recursos, construir alternativas de generación eléctrica y repotenciar el parque termo eléctrico; así se podría reconvertir para que utilicen gas natural y no desperdiciar este valioso recurso. Mientras tanto, el gobierno continúa en esta orgía de dinero a costa de nuestro sacrificio y recursos naturales.