Autor: Juan Carlos Zapata / México
El pasado 28 de julio, se realizaron las elecciones presidenciales en Venezuela, en las cuales, según el Consejo Nacional Electoral de ese país, el Presidente Nicolás Maduro Moros resultó reelecto, frente a su opositor, el derechista Edmundo González Urrutia, quien no reconoce los resultados y se autoproclama ganador de la contienda.
Tras las elecciones, la derecha y la ultraderecha venezolanas, han llamado a la movilización en contra de la reelección de Maduro; a pesar de que estas movilizaciones son menos agresivas que hace 10 años, también estuvo encabezando María Corina Machado, también están siendo respaldados desde el exterior por potencias imperialistas como Estados Unidos.
En una grotesca actitud injerencista, el gobierno de Joe Biden, y algunos de sus aliados, han reconocido a Edmundo González, tal y como en su momento Donald Trump reconoció como Presidente a Juan Guaidó, provocando con esto una crisis política en Venezuela.
Mientras tanto, los autodenominados gobiernos progresistas y las potencias imperialistas rivales de Estados Unidos, como Rusia y China, han reconocido la victoria de Maduro, y le han expresado su respaldo.
Estos hechos, llevan a que, en Venezuela, tanto las contradicciones internas, como las contradicciones interimperialistas se agudizan en perjuicio de la clase obrera y el pueblo venezolano, que ha mantenido una clara actitud antiimperialista.
Mientras que el Gobierno de Maduro, si bien ha resuelto los problemas de abasto de artículos de consumo popular, mediante la importación, después de muchos años, no ha sentado las bases para garantizar la soberanía económica y política de Venezuela, y mantiene una política que sigue beneficiado a la llamada boliburguesía, que sigue acumulando riquezas en detrimento de los sectores proletarios y populares.
Esto ha hecho que las consecuencias de la crisis política que hoy vive el país, sigan teniendo como principales víctimas, la clase obrera; que al final de cuentas, es la clase que debe insistir en abanderar la lucha por su emancipación mediante la revolución proletaria y la instauración del socialismo científico.