El problema no está en la cascara

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Por Patricio Camacho Z.

Un informe preliminar dice que se cuentan 15 asesinados y 14 reos heridos en la Penitenciaria del Litoral; sucedido el martes 12 de noviembre en horas de la madrugada, alrededor de las 03:45 horas, en el pabellón 3. Como antecedente, la directora de este centro carcelario fue asesinada con la modalidad de sicariato en septiembre de 2024, y hace un mes, dos presos fueron encontrados muertos.

Este es otro campo en que el gobierno ha fracasado. Noboa es un capitán que está llevando el barco del Ecuador hacia aguas cada vez más turbulentas con la ineptitud y necedad propia de un adinerado hijo de un multimillonario. 

La Penitenciaría del Litoral ubicada en Guayaquil, es la cárcel más violenta del país, de hecho, la Unodc, división de las Naciones Unidas que estudia el mundo criminal, informó que hasta 2022, el Ecuador encabezó las cifras de muertes violentas en prisiones. Una de las causas está en el hacinamiento del 59% y 2.334 presos más de los que puede ocupar, según el informe Prision Matters. Se trata de un reporte sobre la población carcelaria mundial y sus tendencias en todo el mundo.

Pero, por qué existe este hacinamiento, qué pasa con una teórica política de rehabilitación social. Las cárceles se han convertido en verdaderas cátedras del crimen. Esto se demuestra con algunas cifras, la tasa de reincidencia en las cárceles es uno de los factores determinantes en el aumento de la tasa de encarcelamiento, esto sucede “cuando las prisiones no consiguen rehabilitar a un delincuente y prepararlos eficazmente para una reinserción social satisfactoria en la comunidad».

Aquí una primera reflexión, el entorno psico social-económico de la mayoría de esta población reincidente, se da por una pobreza multidimensional, y todas las consecuencias que de ella devienen. Desde el tipo de hogares y familias disfuncionales, hacinamiento, falta de educación, sin oportunidades laborales, drogadicción y violencia social generalizada, naturalización del asesinato y de la “ley de las calles”.    

Las cifras dicen que el mundo, alrededor de 3,5 millones de presos guardan prisión preventiva. Es decir, permanecen encarcelados sin sentencia. Esto representa el 30% de la población carcelaria mundial. Se identificaron fallecimientos de presos por causas naturales, accidentales, suicidios y homicidios intencionales o muertes violentas. De los países de América Latina, entre los que sobresale Ecuador, tuvieron un número mayor de homicidios por cada 100.000 reclusos que los países de otras regiones. Se registraron 18,3 víctimas de muertes violentas. Esta cifra contrasta con las 2,5 muertes por homicidio por cada 100.000 reclusos, en los países europeos, que es la región con la segunda tasa más alta de homicidios en prisión.

En Ecuador, el discurso del actual presidente suena lejano y lleno de mentiras; en el caso de la violencia extrema en las cárceles y la inseguridad; el país recuerda que Noboa decía que sabía “cómo resolver el problema”. Lo que nos queda claro es la elevación del IVA para “enfrentar la inseguridad”, fue mentira. No hay los scaner en los puertos, los inhibidores de señal celular en las cárceles; se dijo que no se permitiría el ingreso de drogas y armas; pero a uno se detienen a guías, policías, miembros de las FFAA, tratando de ingresar material de uso prohibido a las cárceles.

Vuelve a nuestras mentes las imágenes de la masacre carcelaria que ocurrió el martes 23 de febrero de 2021 producto de una serie de amotinamientos en varios centros penitenciarios del país que dejaron como resultado 79 muertos.

Si bien éste es el pico más alto, se mantiene la tendencia del número de homicidios intencionales en la población general (incluidos los reclusos) en los últimos años. Ecuador registró la tasa más alta de muertes violentas en prisiones entre 2018 y 2022, con un promedio de 300 reclusos que se convirtieron en víctimas de homicidios intencionales por año durante ese período. Otros países de América, además, reportaron una alta tasa de homicidio intencional en prisión, lo que refleja en algunos países el impacto del crimen organizado en prisión, incluidas las rivalidades entre organizaciones criminales basadas en las prisiones.

Entre las principales conclusiones del estudio, señala que, a nivel mundial, las tasas de encarcelamiento han vuelto a los niveles que se registraron antes de la pandemia por el Covid-19; es decir, 144 personas de cada 100.000 en todo el mundo estaban en prisión en 2022.

Con la visión neoliberal del actual régimen, de recortar la inversión social en busca de su panacea de “achicar el Estado y dejar que las fuerzas invisibles del mercado, regulen el mercado”,  a Daniel Noboa se le cae la estantería poco a poco; el experimento neoliberal a través de una figura joven y desconocida de la política nacional…no funcionó; el problema no está en la cáscara…

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