Autor: Juan Carlos Zapata / México
El presupuesto de egresos de la Federación 2025 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 24 de diciembre, después de haber sido aprobado por la Cámara de Diputados el 11 del mismo mes.
El presupuesto público de cualquier gobierno responde a los intereses de clase que está en el poder. Siendo el primer presupuesto público del Gobierno de Claudia Scheinbaum no hay cambios importantes, de lo que ha realizado Morena estando en el Gobierno Federal. En ese sentido es un presupuesto que está enmarcado en una política económica de carácter neoliberal que se caracteriza entre otros elementos por la autonomía del Banco de México para determinar el valor de cambio, en esencia favoreciendo el capital especulativo con altas tasas de interés, según esto, justificando que es para detener la inflación, aunque en realidad esta se mantiene sobre todo en los productos de consumo obrero, y con las altas tasas de interés el capital financiero de forma parasitaria aumenta sus ganancias.
En está política económica de continuidad neoliberal del Gobierno de AMLO y ahora de Claudia Scheinbaum hay un recorte público presupuestal de servicios públicos esenciales para la clase obrera, justificando técnicamente que es para mantener el déficit público, para que las calificadoras (léase las agencias financieras internacionales) den buena calificación.
Este es el contexto del actual presupuesto público donde el margen de maniobra presupuestal del presente gobierno se recorta, porque ya no cuentan con fideicomisos a desaparecer, el recorte de salarios, etc., ya llegó a un límite; y la proyección del Presupuesto Público de parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, prácticamente se mantiene en un débil crecimiento del 2 por ciento.
Así fue aprobado un presupuesto de 9.3 billones de pesos, de los cuales 2.7 billones van para gastos al pago de deuda externa, vencimiento de bonos, es decir, directo a la bolsa del capital parásito financiero; este gasto aumentó en 3.7 por ciento, el costo financiero de la deuda en 2025 corresponde al 14 por ciento del presupuesto, en cambio los gastos, por poner un solo ejemplo, como lo es salud tuvo un recorte del 12 por ciento.
Estos contrastes en el gasto público no son productos de buenas o malas intenciones, aunque se adjetive de Estado de bienestar, la esencia son los intereses de clase de un gobierno que no rompe con una política económica que favorece los intereses del capital financiero, los grandes monopolios y la oligarquía financiera exportadora y bancaria.