Crece la oposición popular al gobierno

Periódico Opción
3 Minutos de lectura

Por En Marcha

Doce provincias declaradas en estado de excepción, un feriado de cuatro días y el anuncio del adelanto del pago del décimo tercer sueldo a los empleados públicos son indicios del temor que ronda en Carondelet ante el ascenso de la lucha popular contra la política neoliberal del gobierno.

Junto a la brutal represión y las constantes amenazas, durante todos estos días el gobierno ha insistido en el supuesto fracaso del paro. Sin embargo, las medidas mencionadas evidencian lo contrario. Las acciones de protesta han ido de menos a más: nuevos sectores sociales se han sumado a las manifestaciones callejeras, y provincias que en los días inmediatos a la elevación del precio del diésel no mostraron rechazo, ahora son escenario de marchas, plantones y cortes de carreteras.

Los publicistas del gobierno —amplificados por los grandes medios de comunicación burgueses— intentan proyectar la imagen de un presidente fuerte, que no huye de los problemas y que, por el contrario, los enfrenta. Pero autoritarismo y prepotencia no son sinónimos de valentía. Es fácil aparentar firmeza y decisión cuando decenas de tanquetas, cientos de policías y militares, helicópteros y aparatos inhibidores de señal telefónica e internet forman parte del convoy militar en el que se moviliza el presidente.

La crisis política que atraviesa el país está afectando seriamente la imagen del gobierno. Un sector significativo de la población le está dando la espalda.

Se trata de personas que inicialmente depositaron expectativas en Noboa, así como de quienes votaron por él para cerrar el paso al correísmo. Ese sector ha pasado de la expectativa al descontento, y del descontento al rechazo abierto.

Aunque la atención está centrada en el paro, hay otros problemas graves que no pueden ser ocultados y que explican el malestar creciente contra el gobierno. La crisis del sistema de salud pública, el fracaso en el control de la delincuencia, el aumento del costo de vida, el incremento del desempleo y la pobreza son algunos de esos problemas estructurales.

En medio de este escenario de crisis, Noboa ha convocado a una consulta popular con la que pretende institucionalizar su concepción reaccionaria del manejo del Estado. Este no es un asunto ajeno a la lucha que el pueblo viene desarrollando: dicha consulta forma parte de la confrontación entre los trabajadores y el pueblo con la oligarquía gobernante. Será una continuación de la lucha que hoy se despliega en las calles, y que encontrará en el NO al gobierno su bandera.

ETIQUETAS:
Comparte este artículo
No hay comentarios