Por Ing. Santiago Gallegos*
Voy a mencionar dos ejemplos de cómo el recurso más valioso para la especie humana, es mirado por el capitalismo como uno de los costos más representativos de sus productos.
Hay que abordar primeramente el aspecto de la débil legislación de los estados como el nuestro, en la protección del recurso, es más les comento que en el año 2012, muchos fuimos arrestados por plantear una marcha nacional por la defensa del agua y de la vida, pues durante ese año y el posterior, el gobierno del corresimo estableció una ley que permitía a las multinacionales de la agro industria y de la minería usufructuaran del agua de nuestro territorio, bajo el pretexto de que sus fuentes, se iban a administrar en privilegio de quienes tenían capacidad y necesidad de ella. Tremenda trampa, dejo carta abierta para que las grandes contaminantes de este bien natural, se apropien de sus fuentes y desalojen a sus guardianes, que desde tiempos preincasicos las han venido cuidando y vigilando.
El argumento del agua virtual, es un término técnico utilizado para relacionar el valor agregado de ésta, a todos los bienes y servicios que se sirven del recurso, bastaría con mencionar el caso de como Coca Cola, ha desprovisto de agua en muchas partes del planeta para la fabricación de sus productos, convirtiendo a las fuentes naturales, en concesiones privadas que establecen el valor de un derecho según sus propias imposiciones.
Lo mismo se quiso hacer aquí, se despojó a los juntas de riego de la tutela y el cuidado del recurso, para entregárselo a quienes tenían «capacidad de administrarlo» y por ende, quien debería de controlar su buen uso, el Estado, se convirtió en el cómplice del desastre ambiental que ocurre en las grandes urbes del país, al hacerse de la vista gorda por las descargas contaminantes emitidas a los ríos y demás fuentes hídricas.
Agrego a lo mencionado por el candidato, que no sólo hay que medir la huella que dejan las empresas en el agua de nuestro país y el beneficio real de su usufructo; sino que, se deben imponer tasas reales que relacionen el cálculo de caudal utilizado, equiparado a todos los gastos que incurren en la protección del agua, e incluso transparentar el beneficio y la renta generada por la exportación de esos productos derivados del líquido y su relación con los impuestos aportados al país; aquí todos quieren vender sin generar ningún aporte a la conservación; queman, destruyen, depredan y las consecuencias de estos delitos ambientales jamás son recuperadas. Van a pasar cientos de años para que la autodepuracion natural demuestre resultados sobre las acciones irresponsables de los estados.
Por eso reivindicamos la defensa y la lucha por el derecho al uso del agua como un deber social y como una bandera de la humanidad sobre el capital.
Para quienes están en la red, revisen las tasas que se pagan por el uso del recurso o comparen los costos de tratamiento y las ganancias de las principales empresas que en el país, que son usuarias de los mayores caudales en el Ecuador.
*#10 de Luluncoto