Comité Coordinador CIPOML
“Lo que ocurre en Afganistán demuestra, una vez más, que no se puede confiar en los imperialistas” dice en su titular el comunicado del Comité Coordinador de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista- Leninistas, CIPOML. En Afganistán tienen lugar dramáticos acontecimientos para los trabajadores y el pueblo. El comunicado señala lo siguiente:
Los talibanes han ocupado militarmente el país, incluida Kabul, su capital. El gobierno títere apoyado por EE UU y los países imperialistas de Europa Occidental huyó rápida y vergonzosamente. En realidad, fueron los propios norteamericanos los que retiraron sus tropas y dieron luz verde a la avanzada de los talibanes.
Todos los funcionarios del gobierno afgano y todas las personas y fuerzas que han tenido relación con los imperialistas temen por sus vidas y huyen despavoridos.
Todos los que no son partidarios de la sharia y especialmente las mujeres están indefensas ante la violencia talibán.
La emigración masiva desde Afganistán, que inició hace un mes tras el anuncio de la retirada de los imperialistas americanos, ha alcanzado un punto álgido con las trágicas escenas que se vieron cuando los talibanes entraron en Kabul. La gente hace todo lo posible para escapar de su propio país. El aeropuerto de Kabul está desbordado de gente. Ha habido muertes de personas que han caído del tren de aterrizaje de los aviones, a los que se han agarrado para escapar del país. Los coches que se dirigen a Irán y Tayikistán han provocado amontonamientos en las carreteras.
La razón de toda esta desgracia es la disolución simultánea del régimen colaborador, cuando la retirada del imperialismo estadounidense allanó el camino para que los talibanes tomaran el poder mientras el pueblo estaba desorganizado y sin defensa. La migración masiva que se ha dirigido hacia Turquía, a través de Irán desde hace un tiempo, comenzará a desacelerarse cuando los talibanes comiencen a controlar las fronteras, pero el drama de Afganistán no cesará.
Estados Unidos está de salida, abandonando a grandes sectores de sus colaboradores que temen por sus vidas.
No es la primera vez que los imperialistas hacen esto. El imperialismo estadounidense también abandonó a sus colaboradores en Vietnam luego de la victoria de las fuerzas de liberación nacional. No se preocupan de lo que dejan atrás ni de las penurias a las que los pueblos se han visto abocados; lo único que les interesa es el saqueo de las riquezas de los pueblos y la supremacía en la lucha contra sus rivales por alcanzar la hegemonía.
Se ha demostrado una vez más que no se puede confiar en los imperialistas. Fue ayer cuando armaron y organizaron a los talibanes. Una vez que estos declararon que «tienen intereses propios» y actuaron contra los Estados Unidos, el imperialismo comenzó la lucha contra ellos. Una vez más llegan a un acuerdo y lo abandonan.
Los EEUU, y ninguna potencia imperialista, no consideran el bien de ningún país en el que intervienen directamente o a través de sus «colaboradores»; no buscan defender la democracia, sino imponer su poder para oprimir a los pueblos y saquear sus recursos naturales. En el ejercicio de su política intervencionista, actúan junto a las camarillas más reaccionarias, a los poderosos grupos económicos locales, los reyes y señores de la guerra.
Tras la salida de los EEUU y sus aliados imperialistas europeos del territorio afgano, otras potencias imperialistas y capitalistas, como Rusia, China, Turquía, Irán, hablan de establecer buenas relaciones diplomáticas y políticas con el régimen de los talibanes, en una clara demostración de ocupar el espacio abandonado y fortalecer sus posiciones en la geopolítica mundial.
El pueblo afgano enfrenta a un gobierno confesional ultrareaccionario; la lucha por los derechos de los trabajadores, las mujeres, los niños es una reivindicación fundamental, no obstante que los talibanes dicen que respetarán los derechos de la población, particularmente de las mujeres, los hechos ya demuestran lo contrario. El combate de ese pueblo por alcanzar la emancipación social y nacional, tiene hoy como banderas importantes de lucha el pan, la libertad, la democracia.
La CIPOML llama a los trabajadores y pueblos del mundo denunciar la complicidad de las potencias imperialistas con los trágicos sucesos que ocurren hoy en Afganistan, y a levantar la solidaridad con ese pueblo.