Por Jaime Chuchuca Serrano
Una guerra siempre tiene bajas. Según la ONU, en la guerra de Rusia-Ucrania, entre febrero de 2022 y febrero de 2023, se registran más de 8 000 civiles fallecidos; solo en Donetsk, 3800 fallecidos. En la guerra por la cocaína en Ecuador, 4603 muertes violentas; en Guayaquil, 1537 homicidios; el puesto 24 en el mundo. Ucrania y la OTAN señalan como un éxito que, entre noviembre de 2022 y enero de 2023, bajaron las muertes de guerra a 200 mensuales. En Ecuador se calculan 378 muertes violentas por mes: el mayor crecimiento de violencia criminal de Latinoamérica 2022.
Según los datos actualizados de la ACNUR, la cifra de refugiados ucranianos es de 8 millones 75 mil, casi 3 millones huyeron a Rusia. Sin guerra reconocida, de Ecuador migraron 188 mil personas entre 2020 y 2021, 100 mil personas solo en 2022; se estima que 800 mil ecuatorianos viven en EEUU. Producto de la guerra, en Ucrania se destruyeron más de 300 escuelas; producto de la política, en Ecuador en 10 años se cerraron 6 mil escuelas. Ucrania ha recibido 48 mil 450 millones de dólares en asistencia militar y armamento de países extranjeros, el 60% de EEUU. Ecuador en 2022, tuvo una Inversión Extranjera Directa (IED) de 860 millones de dólares, en el tercer trimestre de 2022 fue apenas de 51,3 millones, el más bajo de 12 años, por si fuera poco, Lasso aprobó la reducción del impuesto a la salida de divisas. ¿La guerra entre naciones genera más inversión que un país “sin guerra”?
El sabotaje con explosivos de los oleoductos y gasoductos rusos de Nord Stream pusieron en pánico a Europa, recordándole que depende de EEUU. La suspensión del bombeo de crudo ecuatoriano por el SOTE y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) por la caída del puente sobre el Río Marker, por erosión (antes fue San Rafael y Piedra Fina), le recuerdan al país lo efímero de nuestra economía. Jamaica, Trinidad y Tobago, México, Honduras, Venezuela, Colombia y Ecuador revelan el violento mapa de América Latina, estamos en una situación de guerra. Días idos, en los que Ecuador se consideraba un estrecho de paz en medio de los conflictos de la droga.