Comentario sobre la Antología Poética “Aproximaciones” del Profesor Gustavo Báez Tobar

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Por Carlos Espinosa Arévalo

Protocolo.

Permítanme iniciar mi intervención con una analogía: Nos relata la Biblia que: “Moisés era pastor del rebaño de Jetro, su suegro, sacerdote de Madián.  Una vez llevó las ovejas más allá del desierto; y llegó hasta Horeb, la montaña de Dios.  El Ángel de Yahvéh se le apareció en forma de llama de fuego, en medio de una zarza.  Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que no se consumía.  Dijo Moisés: Voy a contemplar este extraño caso; por qué no se consume la zarza.  Cuando vio Yahvéh que Moisés se acercaba para mirar, le llamó de en medio de la zarza, diciendo: Moisés, Moisés.  Él respondió: Heme aquí.  Le dijo: No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra sagrada.  Yahvéh le dijo: Yo te envío a Faraón, para que saques a mi pueblo.  Para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel” 

Estamos aquí, al pie del majestuoso Cotacachi, la montaña misteriosa de nuestra provincia azul; somos la figura de la zarza humana, de la que emana el fuego de nuestros valores espirituales y no nos consumimos, porque estamos impregnados de aquello que trasciende hasta el mismo éter; estamos expectantes de esta nuestra realidad; en este instante siento el eco de aquella voz antigua: “quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra sagrada”.  Esa es la verdad.

Este es el escenario magnífico en el que yace espléndida esta ciudad acogedora de Cotacachi, la cual debe su nombre al coloso volcán Cotacachi.  Al igual que Moisés vivió en Madián, su segunda tierra, donde se forjó como un líder carismático; asimismo, un verdadero baluarte de las letras, el Profesor Luis Gustavo Báez Tobar, realizó su vida, en esta su segunda patria chica, Cotacachi, como un hombre ilustre, un educador de juventudes; y, por su carisma y apasionado  don de la poesía, ha entregado al mundo un mensaje extraordinario de liberación del espíritu, una verdadera catarsis para quienes nos deleitamos con su creación poética.  Si, aquí, en Cotacachi, vio la luz la Antología Poética llamada APROXIMACIONES.

Cúmpleme el gratísimo honor de ser quien tenga la grande  satisfacción de felicitar, en representación del Centro Cultural Antonio Ante y en el mio propio, al Profesor Luis Gustavo Báez Tobar, por ser el autor de la Antología Poética, llamada, muy acertadamente de APROXIMACIONES.

Esta palabra ha sido definida como: Acción y efecto de aproximar o aproximarse.  Se la utiliza en varios entornos; por ejemplo: en la Lotería, en las Matemáticas, en la Aeronáutica, en la Estadística, etc.  La idea es que la aproximación es el acercamiento a lo exacto.  Cuando se acerca o se arrima hacia algo o a alguien, se obtiene una aproximación. 

Para entender mejor esta temática, es necesario una contextualización.  Una cosmovisión del mundo que nos rodea, por vía de contraste, nos conduce a afirmar que la humanidad está atravesando por una crisis de distanciamiento cada vez más profundo; el panorama no es nada halagador; lo que nos divide: entre ricos y pobres; el racismo se caracteriza por el color de la piel; las leyes no se aplican apegados a la justicia; las fronteras entre los países se vulneran todos los días en diferentes formas; la política, mal entendida, divide en  diferentes partidos; incluso la religión es uno de los campos en el que la humanidad está dividida, debido al sectarismo, al fanatismo, al dogmatismo.  Estamos viviendo un lamentable maquiavelismo pragmático: “el fin justifica los medios” “divide y vencerás”.

En hablando de la Poesía, en cambio, acontece la maravillosa experiencia de la Aproximación; pues, el poeta, se acerca, se aproxima al objeto o sujeto de su interés, para entrar en la fascinante aventura de un diálogo vivencial y existencial con aquello que le llama poderosamente la atención   Este hecho provee al poeta el material original para trabajar con los elementos sustanciales de su personalidad, es decir, su intelecto, sus sentimientos y su voluntad, para lograr extraer de su objeto o sujeto toda la maravilla que posee intrínsecamente; luego de lo cual, su pluma fluye mágicamente para entregar al lector su producto acabado.

Este contexto, posiblemente limitado y modesto me permite expresar mi apreciación sobre APROXIMACIONES del Profesor Luis Gustavo Báez Tobar, un trabajo, simplemente maravilloso, por su temática, su delicada forma de decir lo que piensa, lo que siente, como un gesto apasionado de amor universal.

En hablando de este fascinante tema, creo que el mejor ejemplo de Aproximaciones, es el que encontramos en la Parábola del Buen Samaritano; he aquí:  “Un maestro de la Ley fue a hablar con Jesús, y para ponerlo a prueba le preguntó: Maestro, ¿qué :debo hacer para alcanzar la vida eterna?  Jesús le contestó: ¿Qué cosa está escrito en la Ley?  ¿Qué es lo que lees?  El Maestro de la Ley contestó: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y ama a tu prójimo como a ti mismo.  Jesús le dijo: Has contestado bien.  Si haces eso, tendrás la vida eterna.  Pero el Maestro de la Ley, queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesús:  ¿Y quién es mi prójimo?  Jesús entonces le contestó: Un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó, y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto.  Por casualidad, un sacerdote pasaba por el mismo camino; pero, al verle, dio un rodeo y siguió adelante.  También un levita llegó a aquel lugar, y cuando lo vio, dio un rodeo y siguió adelante.  Pero, un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verle, sintió compasión.  Se APROXIMÓ a él, le curó las heridas con aceite y vino y le puso vendas.  Luego lo subió a su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó.  Al día siguiente, el samaritano sacó  dos monedas se las dio al dueño del alojamiento y le dijo: Cuida este hombre, y si gasta usted algo más, yo se lo pagaré cuando vuelva.  Pues bien, ¿cuál de estos tres te parece que fue el prójimo del hombre asaltado por los bandidos?  El Maestro de la Ley le contestó.  El que tuvo compasión de él.  Jesús le dijo: pues vé y haz tú lo mismo” 

En esta Parábola, la palabra clave es APROXIMACIÓN y las acciones inmediatas en favor del hombre que fuera asaltado.  Notemos que en esta parábola hay varios personajes: Jesús, el maestro de la Ley, el sacerdote, el levita, el samaritano y el hombre asaltado; pero, lo interesante es que el sacerdote, al ver al hombre asaltado, dio un rodeo y siguió adelante; el  levita, quien procedió de la misma manera; sin embargo, el samaritano, se APROXIMÓ y sintió compasión.

Alguien podrá decirme: ¿qué tiene que ver esto con el poeta y la poesía?  Yo digo: tiene que ver y mucho.  Hay muchas personas que tienen la oportunidad de mirar todo lo que los rodea: la naturaleza, los pueblos, las personas; pero no les llama la atención y pasan de largo, posiblemente debido a sus escrúpulos y sus prejuicios.

En este caso, hablar del Profesor Luis Gustavo Báez Tobar acerca de sus poemas, de sus cantos, de sus himnos, definitivamente, son el producto bien elaborado de sus APROXIMACIONES.  Es hablar de su identificación con el universo que le circunda y del cual extrae la esencia de sus entrañas y a través de su magnífica y mágica pluma  nos ofrece un banquete exquisito para nutrir nuestras almas ávidas de   emociones y saberes.  APROXIMACIONES, va más allá de un simple concepto; es algo que trasciende al nivel mismo de la espiritualidad muy propio del poeta innato e inagotable en su temática, lo cual le convierte en un hecho social. 

En APROXIMACIONES, hay que asumirlo, es una variable imprescindible como función social; porque, en efecto, como expresión de arte poético, evoca un comportamiento colectivo.  Su creación poética lleva al lector hacia una catarsis emotiva que transfiere a la psiqué del lector, quien los transforma en un objeto de verdadera belleza, además de sentir la sensación liberadora del espíritu.  Existe, indudablemente, una categorización intrínseca: lo común lo transforma en algo importante y esencial, aspecto que lo torna y lo hace imprescindible en el quehacer cuotidiano.  Se caracteriza por embellecer las cosas con el encanto de la poesía, dándole expresión rítmica a sus más intensas e imaginativas percepciones del mundo, de sí mismo, dándole al diálogo entre ambos una armonía existencial.

 Así, en su Canto al Obrero, lo llama “amigo”, “hermano”, “soldado aguerrido de los telares”, “obrero honrado”, ”así eras obrero de mi tierra”, “tus brazos ponían la fuerza, mientras en tu mente los sueños infinitos maduraban”; “así…gota a gota, latido tras latido creció vuestra autoestima”; “tu presencia fue clave en la parroquia”.  “Pero, un malhadado día, el pito cesó…la tragedia ocurrió, mancilló de sangre la historia”.  Sin embargo, “como el ave Fénix, casi de la nada, del arte que sus manos sabían, escribió sobresalientes  páginas que en la Historia tiene que brillar”.   Al mirar  al Monumento erigido en su memoria, se aproxima para ver en él un simbolismo extraordinario. 

Se aproxima a la Pailatola, le llama “amiga solitaria”, “vengo a compartir tu soledad, a llorar tu monumental tristeza de territorio reducido”, “vengo para dialogar con tus silencios acumulados en tantos siglos”, “aquí en tu arcilla, quiero sembrar mis versos de provecta inspiración”, 

Se aproxima a Atuntaqui y lo llama “nido sacro de  viejas querencias, te diluyes en mi sangre con la esencia de vitales recuerdos.  Y, me embriago de cariño bajo el éxtasis íntimo de solo nombrarte”.  “Mi  Atuntaqui, solar amado”.         

Se aproxima a Cotacachi y le susurra: “!Yo te saludo, oh prócera tierra en este día de excelso valor.  Porque al hacerte, Dios te hizo noble y a sus hijos les dio el honor!

Se aproxima a Intag y le llama: “Intag la grande, Intag señorial”  “Intag biodiversa” Intag, biodiversa tropical”, “Intag la grande, Intag feraz” , “Intag la grande, Intag ideal”  “Intag ubérrima”  “No eres un mito…eres espléndida realidad”.

Se aproxima al Pumamaqui, mano de puma y le grita: “Pero… háblame Pumamaqui, gendarme de las alturas, cuéntame tus penas añosas y profundas.  Tus manos vegetales me infunden respeto y admiración”.   

En Aproximaciones, hay una hermosa “gavilla” de poemas que, por su contenido especial y su métrica, han ascendido al nivel del pentagrama musical; así:  “Mi Atuntaqui”, pasacalle; “Flor Atuntaqueña”, pasacalle; “Treinta y uno de diciembre”, pasacalle; “Himno del Campeonato Sudamericano de Futbol Sub-16”;  “Himno del Barrio Caliente”; “Himno de la Unidad Educativa Isaac Jesús Barrera”; “Himno al Centro Cultural Antonio Ante”; “Ser Abuelo”, pasacalle; “Amor Otonial”, pasillo. Completaron maravillosamente, con su talento musical los Maestros: César Ruiz, Ulpiano Galindo, Darwin de la Torre, Edgar Hidrobo, Clímaco Vaca, Miguel Hernández, Milton Proaño.

 Culmina con un derroche   de amor en “Declaración” con el poema dedicado a su esposa Martha: “Juntos hemos construido dichas…derribado nostalgias…has llenado mi existencia con la mejor fortuna: TU AMOR”; y,  con el poema a “Thomasito” : “Contigo, la bendición ha llegado… eres de Dios el don más preciado”.   

Aproximaciones, va más allá de un concepto; es algo que trasciende hacia el infinito ambiente espiritual y mágico, como ya se dijo, muy propio del poeta innato, que, además de que resulta inagotable, se puede divisar una perspectiva filosófica.  Aproximaciones, como Antología Poética, cumple a satisfacción su forma y contenido; pero como mensaje, se trata de una verdadera ONTOLOGIA POÉTICA.  Porque, no hay sujeto u objeto que inspira al poeta, que no se convierta en un ente, un ser real y dialogante, que son precisamente las características de la Ontología, como ciencia del SER.

Por todo esto, el Profesor Luis Gustavo Báez Tobar, es el poeta que alimenta y cura el alma, es el poeta necesario, que vale oro, que hay que cuidarlo, es el poeta imprescindible, que  se lo valore cuando está con nosotros.

Su refinada modestia, le impele decirnos: “No pretendo llamarme poeta, porque nunca lo he sido, apenas un aficionado que con pasión ha cultivado el verso en el cual he vertido la dimensión de mi corta estatura, que no tiene que ver con lo inalcanzable de mis sueños y utopías”.  Yo, digo con todo mi respeto: Profesor Luis Gustavo Báez Tobar, las Musas, aquellas deidades fabulosas que protegían las ciencias, las artes y, especialmente la Poesía le esperan; nosotros estamos ávidos por enriquecer nuestra cultura a través de su sabiduría innata.

Señoras, Señores.

Natabuela, 2022-09.

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