Por Francisco Escandón Guevara
Los resultados de la Consulta Popular son decidores, el pueblo eligió que se concrete la tan prometida seguridad ciudadana y rechazó al neoliberalismo tapiñado en las preguntas D, del arbitraje internacional, y E, del contrato de trabajo por horas y a plazo fijo.
Semanas atrás Noboa tenía una considerable ventaja, pero los tropiezos en la gestión política y sus desatinos en la campaña electoral le pasaron factura. Estas votaciones dejaron de ser un trampolín útil para la reelección y se convirtieron en una pesadilla de la cual al gobierno le costará despertar; lejos del nueve a dos, de la llamada goleada, que pregona el oficialismo y sus acólitos, lo cierto es que el régimen es el gran derrotado: al corazón de su Consulta el pueblo le dijo NO.
En el combo de los vencidos también están los socialcristianos, Construye de la ex ministra Romo, los emporios de la comunicación, las cámaras y hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI). El correísmo tiene una mención especial, entraron a destiempo a la campaña, rompieron su pacto con el hijo del magnate bananero y reaccionaron con las vísceras sólo después de que el delincuente Glas fue detenido en la violenta incursión a la Embajada mexicana; su ultrismo del “once veces no” es insuficiente para esconder la obscena relación que sostuvieron con el oficialismo en la Asamblea Nacional.
Del lado de los vencedores está el pueblo, las organizaciones sociales y políticas de izquierda. Su éxito se basa en reposicionar la defensa de la soberanía nacional y los derechos de los trabajadores como temas centrales de la Consulta y agitar un discurso antineoliberal que es parte de la genética social de varias generaciones de ecuatorianos.
Noboa está debilitado en el camino a la reelección, su popularidad sufrirá mayor deterioro y está obligado a solucionar la inseguridad sin excusas ni dilaciones. El primer obstáculo será resolver con quiénes y a qué precio logra armar una nueva mayoría en la Asamblea Nacional, pues necesita votos para aprobar las reformas al Código Penal aprobadas en la Consulta; luego deberá convencer al FMI de un nuevo crédito, pese a no cumplir con la promesa de instaurar el arbitraje internacional y la flexibilización laboral.
A partir de los resultados oficiales que entregue el Consejo Nacional Electoral se comenzará a configurar la papeleta de los presidenciales del 2025. La disputa está abierta, a esta altura nadie es favorito.