Por FESE
Entre el 2018 y 2020, una profesora cometió abusos contra 28 niños y niñas, les tapaba la boca con cinta adhesiva, les amarraba de pies y manos por horas, compró una mamadera en la que ponían leche con ají que debían tomar si querían ir al baño, los golpeaba, los denigraba, les ponía pañal.
El Distrito educativo no la sancionó, los docentes y autoridades callaron e, incluso, algunos representantes recogieron firmas de apoyo para esta mala docente. Ahora, la profesora y padres que si denunciaron los abusos hasta reciben amenazas.
Este es el resultado de un sistema educativo violento, dónde las relaciones se dan desde posiciones de poder, se persigue a docentes y estudiantes, se los mira como un problema, se recurre a la amenaza y a la sanción, en lugar de encontrar caminos para erradicar la violencia en la comunidad educativa.
Desde la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador, nos solidarizamos con las víctimas de este lamentable caso, llamamos a las autoridades a no solapar a abusadores y, denunciamos que el gobierno, además de ocultar la problemática, sigue sin crear protocolos para que docentes y estudiantes podamos convivir en las instituciones educativas con respeto y libertad.
Tomado FB FESE