Por Camilo Moran Rivas*
Lo siento, hoy no quería escribir sobre ningún tópico de la vida nacional, en respeto al llamado de paz, amor y armonía que proclama el mundo cristiano en estas fechas.
Pero me ha sido imposible dejar de referirme a la miserable actitud y deplorables declaraciones del ministro de defensa, quien para tratar de minimizar la desaparición forzada de 4 niños -adolescentes afroecuatorianos, dijo suelto de huesos, «que los niños fueron aprehendidos, cuando asaltaban a una señora”. No me explico como la mente de un ser humano, se encuentre repleta de perversidad y odio.
¿Cómo tiene valor este gobierno a través de su ministro, de enlodar la imagen de 4 menores que han desaparecido después de estar en las manos de militares que en teoría representan la seguridad del estado?
¿Cómo es posible que este sujeto, por defender la imagen de un gobierno que se desparrama por todos lados como libro viejo, haya inventado tamaña estupidez?
¿Es que no les importa el dolor que viven ésas humildes familias?
¿O el dolor de la gente pobre, no tiene porqué conmovernos?
¿Cómo es posible que el gobierno, para «justificar la desaparición», esté difundiendo imágenes trucadas, donde quieren hacer aparecer a los desaparecidos como vulgares pistoleros y delincuentes?
Y por último, en el supuesto no consentido, que los jóvenes hubieran estado cometiendo un delito, ¿cuál era la obligación de los militares?
¿Dejarlos botados medio de la carretera, después de golpearlos o entregarlos como debían, a la policía- fiscalía de flagrancia?
¿O ya los militares los juzgaron y decidieron ejecutar sus castigos de conformidad con sus mentes podridas llenas de odio?
Que asco y vergüenza ocasiona el comportamiento de algunos seres humanos, la perversidad y maldad que muestran en sus criterios y comportamientos son una muestra clara de que retroceden e involucionan como seres pensantes y falta muy poco para ubicarse como lusonienses neardenthales..
En el caso del comportamiento de los militares implicados en esta bárbara actitud, no creo que sea la política de las FFAA de ir y acabar con personas sin importar su condición, ni creo que haya salido una disposición de sus superiores de secuestrar a nadie y peor hacerlos desaparecer, por lo tanto los monstruos disfrazados de soldados, implicados en ésta primitiva acción, deben ser juzgados, deben ser dados de baja de las filas del ejército y deben recibir las sanciones que estipulan las leyes .
Señor ministro de defensa ¿se ha puesto a pensar que al intentar enlodar y echar pus a la imagen de los jóvenes desaparecidos, aumenta el dolor de sus padres y familiares?
Se ha puesto a pensar ¿cuál sería su dolor, si los desaparecidos fueran sus hijos?
Amigos cristianos, una vez más les ofrezco disculpas, por escribir esta nota. Hoy pensaba solo borronear unas líneas con mensajes de paz, armonía y alegría, pero me fue imposible abstraerme de referir a un comportamiento tan perverso como el del ministro de defensa…Lo siento
*Docente Universitario Jubilado