Daniel Noboa: ¿lo mismo de siempre?

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Por Jaime Chuchuca Serrano

La victoria de Daniel Noboa en la segunda vuelta presidencial, es el fortalecimiento de las relaciones oligárquicas que provienen de la misma fundación de la República, orientada por el capital de las plantaciones del monocultivo. La correlación de las fuerzas políticas de 2023, se consolida con el porcentaje de Daniel Noboa (51,83%), frente a Luisa González (48,17%). En 2021, Lasso obtuvo (52,36 %), contra Arauz (47,64 %). Todas las fuerzas de la derecha (Topic, Sonnenholzner, Villavicencio-Zurita), derrotadas en primera vuelta, apoyaron a Noboa en segunda. El voto nulo bajo de 16,26 % en 2021, a 7,75% el 15 de octubre. En el otro lado, el correísmo no recibió apoyo ni de la centroizquierda, ni de las organizaciones sociales. Las discrepancias entre el anticorreísmo y correísmo se reactivaron parcialmente.

Con los diversos apoyos, las fuerzas oligárquicas de los Noboas rompían el techo electoral de las cinco postulaciones presidenciales de Alvarito. Además, la campaña electoral estaba bien dirigida, rebasando los numerosos tropiezos y sinsentidos de Noboa-Abad. El anticorreísmo de derecha y el poder mediático, endosaron el asesinato de Villavicencio al correísmo, y en segunda vuelta, con los asesinatos de 8 sospechosos del asesinato en las cárceles. La Fiscalía participó como actor electoral, propagandizando un testimonio anticipado que culpaba al correísmo sobre la muerte de Villavicencio.

Tras el triunfo, Daniel Noboa, cosecha del viejo neoliberalismo y la rancia oligarquía a sus futuros consejeros y ministros (Dahik, Wong, Carmigniani, Sommerfeld). Los partidos: Construye de Romo, el PSC de Nebot, Actuemos de Sonnenholzner, Sociedad Patriótica y otros, están pactando con Noboa la integración del gobierno y las autoridades del legislativo. Sin embargo, estas negociaciones no se podrán hacer sin la numerosa bancada del correísmo (52 asambleístas). Isabel Noboa está intercediendo a favor de llegar a acuerdos con el correísmo. El correísmo conserva su electorado y seguirá siendo la principal fuerza en la Asamblea, los GADs, el CPCCS, aunque haya perdido la presidencia. Hay similitudes en los escenarios políticos: si Moreno fundó su gobierno en el pacto empresarial y financiero; Lasso, en su lugar, puso fuerza en el eje financiero; Noboa, a su tiempo, insistirá en las componendas de la oligarquía modernizada y la dependencia. Igualmente, las mafias se han ido adecuando, con el pasar de los gobiernos, a estos vaivenes.

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