Por: Pavel Saltos Pico*
“La revuelta” ultraderechista de Brasilia en enero del 2023, no es aislada. Algunos expertos la podrían catalogar como parte de la “cuarta ola de la ultraderecha” que inició desde el año 2000. La toma de las sedes de los poderes del Estado brasileño por una muchedumbre “indignada” por la ascensión al poder de Lula da Silva y la derrota en las urnas de su delfín Bolsonaro van más allá de una simple reivindicación de la recalcitrante derecha brasileña, sino de todo un aparataje en contra de los sectores oprimidos y marginados del gran país sudamericano.
Hace un par de meses, el gobierno alemán descifró, bloqueó y neutralizó una inminente acción militar por parte de un grupo de ultraderechistas del Movimiento Ciudadanos del Reich, liderados entre otros por Enrique XIII Prinz Reuss, un aristócrata que preparaba la toma del Parlamento Federal Alemán y otras instituciones del Estado. Su postura principal: limpiar a Alemania de la inmigración causante de todos sus males.
Coincidencialmente hace dos años, el Capitolio de los Estados Unidos, otrora inmune a hechos bochornosos fue tomado por una turba de fúricos fanáticos del expresidente Trump. Esa fue una de las expresiones más importantes de la acción de grupos ultraderechistas en propio territorio estadounidense.
Estos hechos tienen notablemente una conexión, no son aislados y es muy seguro que se repitan en otros territorios y otra vez en esos mismos países.
¿Qué sucede en la Mitad del Mundo?
La incursión en territorio ecuatoriano de la ultraderecha tiene sus particulares matices. En tiempos modernos se ha dejado ver sus tentáculos, por ejemplo, en las revueltas populares de octubre del 2019 y del 2022. Allí es cuando aparecen con vehemencia los halagüeños de la paz y a la vez del odio para con los de poncho, para con los de abajo.
En el pasado también sectores civiles y militares ecuatorianos fueron influenciados por dictadores retrógrados y ultraderechistas como Pinochet para provocar cuartelazos y hechos represivos en la población.
Algunos ultraderechistas ecuatorianos apadrinados por los grupos PROVIDA tienen el descaro de presentar sus impresentables máscaras en las elecciones populares y gritar a viva voz su fobia a los derechos humanos y sexuales de mujeres, grupos GLTBI y minorías raciales.
La ultraderecha a nivel mundial se recompone y contraataca, sacude los cimientos de las estructuras de los estados y gobiernos, no tiene moral ni remordimientos, utiliza todas sus tácticas y estrategias no solo para acabar con la izquierda, sino va en contra de toda convivencia de comunión entre los pueblos. Detesta al ser humano “diferente” y supuestamente inferior predestinado según su filosofía caduca a ser esclavos del progreso y del desarrollo de la humanidad.
- Medico y escritor