Por Ab. Juan Pablo Sansur Ode.
Las principales preocupaciones ciudadanas a nivel general, y especialmente en Latinoamérica y Ecuador, giran en torno a la inseguridad y la violencia (crimen organizado, narcotráfico, sicariato), la economía (desempleo, pobreza, crisis económica, corrupción) y en menor medida, la calidad de los servicios básicos (salud, educación) y la situación política. La inseguridad es un problema crítico que afecta directamente la vida diaria, mientras que el desempleo y la economía son preocupaciones fundamentales a nivel personal y nacional.
No podemos dejar de abordar el capítulo de la corrupción y la permisibilidad y la tolerancia frente a este flagelo, en tanto en cuanto se ha entrado en la lógica de hacer que prevalezcan los beneficios privados o personales en detrimento de los intereses comunes, “llegan nuevas figuras al poder y terminan haciendo contrataciones a dedo simulando procesos “durante este gobierno se ha encargado a un solo funcionario 6 o 7 cargos, esto, no solo generan conflicto de interés, generan facilidades para que un grupo o empresas seleccionadas a dedo tengan blindaje, lol cual es complejo en instituciones del ejecutivo, el mismo titular de la UAFE, es Secretario de Integridad y Director General del SERCOP, lo que incentiva las prácticas de corrupción, las mafias y el crimen se apoderan del Estado y hay que pagar coimas para acceder a derechos como la salud, sacar una cedula, la licencia de conducir, este gobierno no ha marcado la excepcionalidad en cuanto al capítulo de la corrupción.
El Estado se ha convertido en una gran oportunidad de negocios, en un botín para enriquecerse aún más de lo que ya están, el mito de que no robara porque tiene plata o porque pertenece a grupos hegemónicos predominantes, acaudalados forma parte de una retórica y de una narrativa falsa e hipócrita, pues no contento con lo que tienen estos grupos pretenden seguir esquilmándolo al Estado, sin ningún tipo de rubor ni recato, todo ha sido cooptado por parte del que es calificado y endilgado como un niño rico, no hay resquicio de poder que no esté en manos de su majestad Daniel primero: El Cpccs, El Concejo Nacional de la Judicatura, la justicia, la Asamblea Nacional, la Contraloría General del Estado, la Procuraduría General del Estado, el CNE, el Tribunal Contencioso Electoral, la Fiscalía General del Estado, quizá la única instancia que le queda por cooptar es la Corte Constitucional, la cual en ciertos trayectos, no en todos, ha adolecido de tener una carencia de visos de independencia y de autonomía, razón por la cual se dio una consulta que para muchos juristas era improcedente y que en caso de que hubiera ganado se consolidaba el resquebrajamiento y el erosionamiento.
Aún más la tan alicaída institucionalidad de la cual ya estamos careciendo, el panorama hubiera sido aún más paupérrimo y desolador en caso como subrayo que el pueblo se hubiese equivocado. Otro ejemplo de omisión por parte de la Corte Constitucional se da en cuanto a la designación de Carlos Alarcón como fiscal general del Estado ecuatoriano cuando dicha competencia le correspondía al Cpccs, la Corte Constitucional debe pronunciarse, me pregunto lo siguiente: ¿será que la corte ha retrasado su respuesta para tener un haz bajo la manga ante una nueva arremetida del gobierno? ¿podría esta corte pronunciarse luego de que el Cpccs nombre al nuevo fiscal luego del concurso? La fiscalía como del fiscal Carlos Alarcón, están totalmente secuestrados por parte de la función ejecutiva, se mantiene el silencio atroz, aterrador y siniestro de ciertos casos emblemáticos de corrupción como HealthBird, Petronoboa, los contratos de provisión de desayunos escolares, el caso Etanol, Noboa Trading, Progen, ATM , hospitales, el caso de los chalecos y cascos truchos, en todo lo concerniente al gobierno no hay fiscalía, me olvidaba: el caso Porsche y el autoatentado.