Redacción Opción
Cachemira y Jammu es una zona en disputa entre la India y Pakistán que data desde la declaratoria de independencia de la India del imperio Británico. La historia corta es que este territorio está ahora bajo control del gobierno de la India, según el artículo 370 de la Constitución India, Cachemira y Jammu, tenía el estatus especial que le reconocia como Estado y le permitía conservar su autonomía.
Sin embargo, la situación cambio hace pocos días. El primer ministro de la India Narendra Modi, reelecto por cinco años más, en mayo del 2019, miembro del Bharatiya Janata Party (BJP, el Partido del Pueblo Indio) partido, conservador, nacionalista, hinduista, revocó ese estatus especial que le confería la Constitución (aludiendo que era temporal) y lo degradó de Estado a territorio dependiente del gobierno central y el Parlamento en el que tiene mayoría aprobó su partición en dos zonas: Jammu y Cachemira en el oeste y Ladakh en el este.
La reelección de Modi, con mayoría de votos le dio la fortaleza para tomar – lo que algunos dicen- es una temeraria sorpresiva decisión. Siempre anhelo el control Jammu y Cachemira, único estado de mayoría musulmana en el país y escenario de una larga disputa con Pakistán y aunque en menor medida, también con China.
Ante esta situación las organizaciones Revolucionary Democracy de la India y Mazdoor Mahaz de Pakistán, realizaron un declaración conjunta en la que dicen: “condenamos la derogación de los artículos 370 y 35 A,… cuestionamos la propuesta presidencial que ha tomado la forma de «Proyecto de reorganización de Jammu y Cachemira 2019». Este Proyecto de ley de reorganización en cuestión, es inconstitucional y carece de legalidad porque en 2017, la Corte Suprema dictaminó que el Artículo 370 «no es una disposición temporal».
Reconocemos que la gente de Jammu y Cachemira se enfrenta a un ataque represivo en forma de encierro en su propio hogar y denunciamos que ésta decisión pone en riesgo sus vidas y su libertad. La forma en que el Estado de Jammu y Cachemira ha sido aniquilado representa un peligro inminente para todas las provincias, partes y territorios dentro de la India. Es un asalto directo a la Constitución india, y viola todas las promesas y compromisos contraídos con el pueblo de Jammu y Cachemira, que es una región vital y puede crear disturbios entre India y Pakistán”.
El comunicado plantea tomar las siguientes medidas: “Primero, garantizar que Jammu y Cachemira puedan conservar su soberanía y en segundo lugar, que su gente esté segura en la tierra que les corresponde. No deseamos ver una situación parecida a Palestina-Israel”.
Y añade “…Todas las decisiones relacionadas con el futuro de Jammu y Cachemira deben tomarse en con consulta al pueblo, solo los cachemires tienen derecho a decidir su destino, nadie más.” Demandan además, “ una restauración inmediata de los servicios de comunicación y el levantamiento de las restricciones a los líderes políticos en Jammu y Cachemira” y una reducción inmediata de las tropas desplegadas en la zona.
“Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que se ponga de pie con los cachemires en este momento de dificultades. Nos solidarizamos con la gente de Jammu y Cachemira, y les aseguramos que los apoyamos en su resistencia.
“Además, llamamos a las organizaciones sociales internacionales a tomar nota de las violaciones de los derechos humanos. Estas incluyen violaciones de los artículos 12-17 y 18-21 según la Declaración Universal de Derechos Humanos. Además, los efectos duraderos de la abrogación del artículo 370 y el despliegue de tropas también han resultado en la violación de los artículos 22-27.
Dado que Cachemira no puede hablar por sí solo debido a que todos los servidores de comunicación están caídos, debemos defenderlos y asegurarnos de que sus voces se escuchen fuertes y claras.”