El pueblo rechaza el neoliberalismo

Periódico Opción
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Por Prof. Stalin Vargas M.

A propósito de la derrota en la pregunta sobre el contrato a plazo fijo y por horas, los grandes medios de comunicación y los analistas, desarrollan una campaña para culpar a los dirigentes sindicales y a la izquierda de que el pueblo haya rechazado la pregunta E de la consulta popular.

¿Qué dicen? hay ¨dirigentes del siglo XIX¨, ¨los dirigentes deben conectarse con la actualidad¨, ¨no entienden que el mundo cambió¨, ¨esto está mal, hay que actualizarse¨, acudir al ¨dialogo democrático¨, ¨debemos ser más competitivos¨, entender que ¨hay nuevas formas de producción¨, ¨los revolucionarios le temen al cambio¨. Estos y otros términos lo dijeron en Ecuavisa, este 2 de mayo.

A esto se suma lo que dijeron a pocas horas de la derrota, que ¨no hubo debate¨, ¨el gobierno no supo comunicar¨, ¨los dirigentes empresariales no hicieron nada¨, ¨algunos sectores se aprovecharon y manipularon a la gente¨.

Las clases dominantes se olvidan que desde el gobierno de Osvaldo Hurtado, se han venido aplicando políticas neoliberales que no han resuelto la crisis económica, social y política, por el contrario, la crisis se ha profundizado.

Esto ha generado una corriente antineoliberal en nuestro país, la desconfianza en los políticos de la oligarquía, en los grandes medios de comunicación y en los grandes empresarios.

Es bueno recordar que la sucretización de la deuda, benefició a los banqueros y empresarios; el feriado bancario benefició a los banqueros y perjudicó a millones de ecuatorianos; las dos olas migratorias (1999 y 2023) destruyeron a la familia ecuatoriana; las políticas de ajuste ordenadas por el FMI benefician a los ricos y perjudican a los pobres.  

Se olvidan que los 300 grupos económicos que hay en el país, ejercen el poder político, buscan modernizar sus mecanismos de dominación, legislan para imponer el afán de lucro, el individualismo, acentuar la dependencia de nuestro país a los intereses del imperialismo norteamericano de manera principal.

Se olvidan que el pueblo tiene memoria y que ahora recordó lo que sucedió desde el 2000 al 2008, cuando en la Ley Trole se impuso el contrato por horas y los trabajadores no fueron afiliados a la seguridad social ni recibieron los beneficios contemplados en el Código del Trabajo. Es más, el promedio de desempleo en el periodo 2000-2007 fue del 9,74%. 

El pueblo se acordó del discurso de los dirigentes empresariales, que durante varios años vienen diciendo que es difícil crear nuevos empleos en el país por los altos costos en la contratación de los trabajadores, el pago de las indemnizaciones por despidos y porque el salario de un trabajador ecuatoriano es el más alto de Latinoamérica.

Los trabajadores y sus familias también se acordaron que en la pandemia del COVID-19, se impuso en la Ley Orgánica de Apoyo Humanitario para combatir la Crisis, una reforma en la que ¨los trabajadores y empleadores de común acuerdo podían modificar las condiciones de la relación laboral¨, incluir el contrato especial emergente con una jornada laboral mínima de 20 horas y máximo de 40 horas, durante 6 días a la semana, con una remuneración y beneficios de ley proporcionales a la jornada pactada. La reducción emergente de la jornada de trabajo, hasta por 2 años y con la posibilidad de renovarse por una vez más, en la que la remuneración y el aporte a la seguridad social se harán en función de la jornada reducida. Esto significó la reducción de horas de trabajo y reducción de salarios, el despido de trabajadores que no se pusieron de acuerdo con su patrono.

El accionar de la izquierda revolucionaria, de las organizaciones sindicales, sociales y populares, contribuyó a que el sentimiento antineoliberal que hay en los pueblos del Ecuador, derrote al gobierno y los empresarios.

EX PRESIDENTE UNE NACIONAL

Quito, mayo 2 024

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