Por Rosita Guamá
El sistema judicial y político están en la mira ciudadana, carecen de credibilidad por la inseguridad que ofrecen a los ecuatorianos, el presidente Moreno ofrece armar a la policía hasta los dientes, y la gente desconfía. De qué sirve tanto armamento si los delitos a veces ni siquiera llegan a la fiscalía y si llegan, ahí duermen el «sueño de los justos», los delincuentes igual son liberados, ante los ojos de muchos se cometen crímenes y salen libres, campantes y sin culpa alguna, hasta les piden perdón….. Los jueces se burlan y liberan a personas por delitos que hasta el más ciego ve.
Que le han matado a un ‘farandulero’ dicen las redes sociales, la indignación de los ecuatorianos no es porque si es o no de la farándula, sino porque los niveles de violencia se vinieron tras las medidas de gobiernos corruptos, permisivos, ante el narcotráfico, las bandas que se pelean por el poder sectorial en la venta de droga, a vista y paciencia de las autoridades, las cárceles son la escuela del delito, ahí se matan entre ellos, los jefes de las bandas operan desde adentro, hasta los directores son amenazados. Hace años mataron a una directora de la penitenciaria del litoral, muerta en manos de sicarios.
Esto me recuerda que hace 20 años, también sicarios asesinaron al líder político Jaime Hurtado González justamente por tener información sobre corruptos, que iba a denunciar en el Congreso Nacional de ese entonces. Ese fue un crimen de Estado, orquestado por la derecha nacional corrupta que nunca fue investigada como debía ser, al contrario fue tapiñada por el gobierno de Jamil Mahuad cómplice de esta muerte. Se imaginan el nivel de corrupción de los gobiernos y comprometimiento que habrían tenido con estas mafias, para asesinar a un líder social y político tan influyente e importante?
La corrupción ha tomado tanta fuerza que es intocable, al puro estilo italiano del siglo anterior actúan insolentes, las bandas delictivas no se asustan cuando el Estado es lento, ciego, o cómplice, cuando no hay leyes que la puedan condenar de forma seria, el sistema judicial con jueces peseteros, mercaderes de la justicia, los ministros de gobierno y seguridad nacional preocupados en cuidar del sillón presidencial más que la seguridad de la población.
Se han negociado los hospitales entre los políticos de este gobierno y del anterior, Morenísmo y Correísmo son de la misma cepa, entregaron a los asambleístas estos «beneficios» que reemplaza al hombre del maletín de tiempos atrás, todo a cambio de apoyo en votos en la Asamblea para hacer leyes a conveniencia del gobierno y los sectores de poder económico. Esos hospitales entregados por la anterior ministra de gobierno no eran para hacer «obra social», no eran para hacer «beneficencia» eran para favorecer a dichos «concesionados» y con ello cometer delitos económicos con sobreprecios y así pagar los favores políticos, ahí está la corrupción.
No nos olvidamos de la avioneta caída con rumbo al Perú cuando apresaron a Salcedo, cuantos angelitos de » alto vuelo» estarán con el lodo hasta el cuello en estos negociados contra el Estado.
El sicariato es una forma de terrorismo que las autoridades deben perseguir, esclarecer encontrar y juzgar de acuerdo a la ley , la justicia le debe verdad a los ecuatorianos por las muertes de los periodistas del Comercio, De Marco V. Bedoya, hace una semana una periodista en el Oriente fue atacada y la justicia bien gracias, en sus escritorios hay cerca de 35 muertes no esclarecidas en el gobierno anterior, sin contar los 11 muertos en la revuelta de Octubre de los que el Estado mantiene total silencio.
Nunca habrá paz sin justicia, nadie ni siquiera el peor merece una muerte así con tanta saña como han asesinado a Efraín Ruales, ¿cuánto sabía? ¿Haber salido en una foto con los amigos de Salcedo lo mato? ¿Quiénes estaban en esas fotos? ¿Cuál es el político de plomo que mandó a callar a Ruales por insinuar que había mentiras en las declaraciones e investigaciones ? , abramos los ojos, el Estado nos debe respuestas.